sábado, 25 de septiembre de 2021

Una talla en convalecencia


Hoy, la Iglesia Católica celebra la festividad de Nuestra Señora de la Fuencisla, patrona de Segovia. El 1 de junio de 1942 se le concedió el título honorífico de mariscal de campo por una ofensiva republicana fallida durante la Guerra Civil. Su imagen posee bastón de mando y fajín de general a sus pies. Esa consideración castrense llegó a oídos de Hitler, y según dejó escrito  Hugh Thomas, el líder alemán dijo: “Con estos españoles no se puede ir a ningún sitio”. El nombre de Fuencisla procede del latín fons stillians (fuente que mana). Fue coronada canónicamente el 24 de septiembre de 1916 y recibió la medalla de oro de la provincia de Segovia en 1957. Relacionar lo castrense con las imágenes religiosas es muy común en España, como sucedió con la Virgen del Pilar, a la que se le concedió el título de “Capitana de las tropas aragonesas” durante la invasión francesa; y con la Virgen de la Esperanza Macarena, que procesionaba por Sevilla con el fajín del general de Queipo de Llano y fue vestida de luto tras la muerte de Joselito en 1920 por el toro Bailaor, en Talavera de la Reina. Curiosamente, con ocasión de los saqueos que se produjeron en diversas iglesias sevillanas durante la República, unos hermanos recogieron la talla en la iglesia de San Gil, la metieron en un cajón, la trasladaron a la calle Orfila, y la metieron en la cama simulando que se trataba de una  hermana enferma. Por la noche la trasladaron hasta el cementerio de san Fernando y la depositaron en el panteón de Joselito (obra de Mariano Benllure, 1924), y en ese lugar permaneció oculta la imagen durante dos meses. Sólo supo su paradero Ignacio Sánchez Mejías, cuñado de Joselito, que lo mantuvo en secreto.

 

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