miércoles, 8 de junio de 2022

Un centenario casi olvidado

 


Sobre el ya legendario  Primer Concurso de Cante Jondo que se celebró en Granada los días 13 y 14 de junio de 1922, acabo de leer un ensayo de Ramón María Serrera (“Falla, Lorca y Fernando de los Ríos: tres personajes clave en el Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922”) donde su autor hace una disección perfecta de lo que supuso aquel acontecimiento irrepetible. Escribe Serrera: “La nómina asombra al más pintado. Compositores, musicólogos, intérpretes y directores como el mismo Falla, Adolfo Salazar, Roberto Gerhard, Ángel Barrios, Miguel Salvador, Lamotede  Grignon, Conrado del Campo, Enrique Fernández Arbós, Bartolomé Pérez Casas, Joaquín Turina, Federico Mompou, Óscar Esplá, Felipe Pedrell, Andrés Segovia, y a los que a punto estuvieron de sumarse nada menos que Igor Stravinski y Maurice Ravel si el Ayuntamiento granadino hubiese dispensado la ayuda precisa para  su desplazamiento desde París. Junto a los mencionados, poetas, ensayistas, políticos y literatos de la talla de Antonio Gallego Burín, el mexicano Alfonso Reyes, Hermenegildo Giner de los Ríos, Fernando de los Ríos, Miguel Cerón , José María Rodríguez Acosta, Ignacio Sánchez Mejías y figuras universales del renombre de Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Ramón Pérez de Ayala, Salvador Rueda, Ramón Gómez de la Serna, Juan de la Encina, Edgar Neville, Antonio y Manuel Machado y la guinda aristocrática de los duques de Alba. Y, también, los más grandes pintores del momento, como Manuel Ángeles Ortiz (el gran amigo de Lorca, discípulo de Picasso), Santiago Rusiñol e Ignacio Zuloaga (autor de los decorados del Concurso) , a los que podríamos agregar, por su apoyo en los años previos, los nombres de Daniel Vázquez Díaz y Gustavo  Bacarisas. Y, entre los participante s, los guitarristas Amalio Cuenca, Manuel Jofré ("El Niño de Baza"), y voces que hicieron época en la historia del cante : Antonio Chacón (presidente del jurado, discípulo de Silverio Franconetti), Manuel Torres ("El Niño de Jerez"), Pastora Pavón ("La Niña de los Peines"), "El Centeno", Juana "La Macarrona", Diego Bermúdez ("El Tenazas") , Antonio del Pozo ("El Mochuelo") y, todavía un niño, nuestro inolvidable Manolo Caracol." Pues bien, leyendo hoy a Manuel Bohórquez, en El Correo de Andalucía, (“Sevilla en el Concurso de Granada de 1922”) su autor señala a propósito de ese centenario que “quienes gestionan la Cultura en Sevilla, este hecho no les parece relevante. Que en la Bienal no vaya a haber un espectáculo que conmemore el centenario del certamen y la gesta de ambos cantaores [Diego Bermúdez Cala, “El Tenazas” y el entonces niño Manolo Caracol] demuestra lo muerto que está el flamenco en la capital andaluza, que en otros tiempos fue a su vez la capital mundial de este arte. En febrero de este mismo año me llamó el director de la Bienal, Chema Blanco, le pregunté que si habría algo en el festival sevillano y parece que ni sabía lo del centenario del certamen granadino. Me dijo solo que alguna charla o mesa redonda en la Universidad, pero aún no sabemos nada. El próximo lunes, día 13, se cumplen los cien años de aquel evento y Sevilla sigue sin enterarse”. Bohórquez nos recuerda que tres años más tarde de aquel espectacular concurso, el empresario extremeño Carlos Hernández Vedrines creo en Linares (Jaén) la “Opera flamenca”, con la presencia de muy pocos cantaores y guitarristas. Fue una ocurrencia de Pastora Cruz Vargas (más conocida como "Pastora la del Calillo"), madre de “La Niña de los Peines” y suegra de Pepe Pinto. Lo de llamarle “Ópera flamenca” fue una estrategia de los promotores, ya que la ópera tributaba a Hacienda al 3% y el resto de los espectáculos, incluido el cante jondo, al 10%. Pero tanto Lorca como Falla, que reivindicaban la pureza del cante jondo, nunca comprendieron ese nuevo género escénico que arrinconaba la ortodoxia y asumieron el fracaso.

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