miércoles, 14 de diciembre de 2022

"El chino"

 


Con motivo de haber cumplido 100 años, Eusebio Rodríguez, entrevistaba en El Correo de Zamora a Jesús, hijo de Ángel Santiago, apodado “El chino” y de Felisa Abad, nacido el 12 de diciembre de 1922, que todavía recorre las calles de Rionegro del Puente, en la zamorana comarca de La Carballeda. La vida de Jesús no fue fácil y bien daría para escribir una novela costumbrista sobre cómo se desenvolvía la vida cotidiana de una persona cualquiera a lo largo de un siglo en las entrañas de la “España vaciada”. Jesús asistió a una escuela mixta hasta los doce años. A los siete sufrió una meningitis que casi le cuesta la vida de no haber sido por la intervención de tres médicos: el de Mombuey, el de Villardeciervos y el de Vega de Tera. Al terminar su periodo escolar, Jesús marchó a Manzanal de Abajo (hoy desaparecido por el embalse de Valparaíso) para trabajar de pastor. Más tarde marchó a Cional para realizar el mismo trabajo para un comerciante de ese pueblo ubicado entre Boya y Codesal, a la sombra de la sierra de la Culebra. Poco más tarde fue a Garrapatas (hoy llamada Santa Eulalia del Río Negro) a casa de su tío Manuel Colino, donde permaneció tres años. Cuenta Jesús al reportero que “entonces, la vida de pastor era dura. A los pastores se les daba la merienda para todo el día (normalmente pan, chorizo y tocino), que tenían que llevar en el morral. No había bebida, y tenían que recurrir a las numerosas fuentes o al río. Cuidar las ovejas durante todo el día por el monte, hacer frente a los ataques del lobo y también al frío a la lluvia o al calor. No había sueldo, pues por entonces era el padre el que acordaba con el dueño del ganado las condiciones, que generalmente era una pequeña cantidad por mes o por año y la comida”. Su siguiente trabajo fue en Villanueva de Valrojo, atravesado por la Vía Augusta Romana, que unía Astorga con Braga. Trabajó para un carnicero villandurgués amigo de su padre para ayudarle en su matadero. Cuenta Jesús que “se iban el carnicero y él tres o cuatro días por los pueblos de Aliste comprando terneras, que luego las traían todas para Villanueva andando, pues no había camiones". Allí las mataban y le quitaban las patas y la cabeza, para preparar las canales. En un viaje de dos jornadas, Jesús llevaba varias canales en un carro tirado por una mula, parando a dormir en Pozuelo de Tábara, hasta la estación de tren de Zamora. Le tocó hacer el Servicio Militar en Melilla (Regulares Indígenas Alhucemas Nº 5) y se pasó tres años en el monte Gurugú desmontando alambradas de una batalla acontecida un año antes de su nacimiento, o sea, en 1921. En 1951 se casó con Anastasia González. Para entonces ya era propietario de 40 ovejas, 3 vacas, 15 ó 20 gallinas, dos cerdos y una burra. El cura de Villanueva de Valrojo le apuntó en una lista para ir de emigrante a Francia. Pese a tener tres hijos pequeños emigró en 1960 y trabajó de jardinero hasta que tres años más tarde decidió regresar a España y trabajar en el campo. Está viudo desde hace 15 años y tiene cuatro hijos. Lleva una vida tranquila, suele pasear ayudado de una cayata, ha perdido vista pese a estar operado de cataratas tiempo atrás y sostiene que “para vivir cien años hay que desayunar y comer muy bien, pero para merendar y cenar solo hay que tomar alguna pieza de fruta y galletas”.

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