Un conocido periodista de las revistas de la
bragueta preguntó a Rafael Spottorno recientemente sobre si la
Casa Real iba a celebrar de alguna manera
el próximo día 14 las bodas de oro de los reyes. Y el jefe de la Casa del Rey, al parecer, se
limitó a responder que “la efeméride es puente”. Bueno, la efeméride es puente
en Madrid pero no lo es en el resto de España. A mi entender, Spottorno ha
intentado salirse por la tangente ante la “envenenada” pregunta. Y ha
respondido que la efeméride es puente como podía haber manifestado que el
Pisuerga pasa por Venta de Baños o que manzanas traigo. España no está para
eventos, la Monarquía
no pasa por su mejor momento y la economía de aquí puede desencadenar una
mascletá que ríanse ustedes de las que se llevan por Valencia. Por un lado,
Rajoy pretende inyectar dinero público, dinero de todos, para sanear
determinada banca, es decir, el embrollo de Rato y de Fernández Norniella, el
amigo de Juan José Lucas que en su día sustituyó a Manuel Guasch, el amigo de
De la Rosa, el
de Torras, en Ebro, tras su fusión con la Compañía de Industrias Agrícolas, después de
haber sustituido al notario Enrique Gabarró…uff, qué lío. Y ahora Bankia lanza
bengalas de auxilio mientras hace aguas lentamente, como el Titánic, pero sin
música en cubierta amenizando la malaventura. Pero la mascletá puede ser
consecuencia de otro hundimiento, el de la Bolsa, por el efecto acción- reacción sobre un
Ibex 35 en su peor momento y con la vista extranjera puesta en posibles
movimientos corporativos y OPAS hostiles sobre bancos y eléctricas, dada su
actual depreciación. En suma, creo que no hay mucho que celebrar salvo el
triunfo de Hollande en Francia. Las bodas de oro de los reyes, que en 1962 sólo
ocuparon varias líneas en el conjunto de la prensa española por expreso deseo
de Franco, caen en puente y eso desluce mucho, más aún cuando bajo el puente
apenas discurre agua.
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