domingo, 27 de mayo de 2012

Quien se pica, ajos come



A Javier Krahe le ha citado a juicio para el próximo martes la Audiencia Provincial de Madrid por un  corto en el que se explica paso a paso la receta para cocinar un cristo crucificado, aderezado con mantequilla y hierbas aromáticas. Todo parte de una entrevista en 2004,  en el programa de Canal Plus  Lo más plus”,  donde se emitió el corto "10 comentarios" (de Javier Krahe y Enrique Seseña) producido en 1977, y que molestó a Jesús de Polanco, propietario de la cadena. Como hoy describe el diario El País, “El Centro Jurídico Tomás Moro pesentó (sic) una querella criminal por escarnio de las creencias religiosas invocando el artículo 525 del Código Penal, que establece una pena de ocho a doce meses para aquellos que ‘ofendan los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa’. El centro Tomás Moro, que se manifiesta en defensa de ‘la dignidad de la persona, de la familia y de los derechos humanos’, asegura que esta es la primera vez que se aplica el artículo 525, que algunos juristas consideran algo parecido a una ley antiblasfemia encubierta”. En efecto, la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, así lo establece. Sin embargo, a mi entender, el citado artículo 525 del Código Penal entra en un evidente encontronazo con el artículo 20 de la Constitución Española, donde se reconocen y protegen los derechos “a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción”. Por tanto, Javier Krahe o cualquier otro ciudadano de este país está en su soberano derecho de expresar su opinión como le venga en gana. Ya conocen el viejo refrán: “quien se pica, ajos come y, si le pica, que se rasque”. A mí me molestan, y mucho, las necedades que lanza a la rosa de los vientos un día sí y al otro también el actual obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plà. Y no pasa nada.

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