viernes, 29 de octubre de 2021

El juego de la Oca

 


En cierta ocasión, Rappel aseguró a Bertín Osborne que según las marcas del pezón, pueden verse cosas de su vida. Rappel, que no se llama Rappel sino Rafael Francisco Payá Pinilla, es un hombre extravagante siempre vestido con túnicas y pelo recogido en coleta. A mí eso de las videncias de los videntes me causa una cierta necesidad de tocar madera. Ello viene a cuento con un artículo de Luis Ventoso, hoy en El Debate donde, al hacer referencia a Nadia Calviño, cuenta que “sus predicciones rondan la precisión de Rappel y en sus peleas con el socio comunista acaba siempre derrotada”. Calviño no está afiliada al PSOE ni a ningún otro partido y más que otra cosa es una burócrata que siempre se ha desenvuelto con la agilidad de una trucha en el río Ucero en los despachos europeos (2006-2018), llegando a ser directora de Presupuestos de la UE.  La que hoy es vicepresidenta primera  del Gobierno, en su día señaló a los medios que las consecuencias del coronavirus en España serían “poco significativas y transitorias”. Se cubrió de gloria en sus predicciones. Como recuerda hoy Ventoso, “acabó en una caída del PIB español de un 10,8 %, el mayor batacazo de toda la OCDE”. Y yo añado: la inflación en España sin haber terminado octubre ya es del 5,5%. Quizás a Nadia Calviño habría que ponerle una túnica con muchos destellos, como la que suele llevar Rappel en sus videncias teatralizadas, para que  hiciese previsiones del tiempo por medio de cabañuelas, o de las témporas, con solo observar si el gallo canta al alba, si los gatos saltan, si las hormigas aladas aparecen, si crujen los muebles, o si el hollín cae de las chimeneas y se derrumba sobre la chapa del hogar. Porque en previsiones económicas, Nadia Calviño no da una en el clavo. Ya veremos cómo defiende unos Presupuestos  no natos  que ya cuentan con cinco enmiendas a la totalidad y que llevan camino de que les ocurra lo que a los gatos calabaceros nacidos por esta época del año (los de Quinto de Ebro señalan a los gatos nacidos en agosto)  y que son de complicada supervivencia. Lo cierto es que los españoles estamos cada día más empobrecidos y la galopante inflación sobrevenida agudiza el problema. Pero no pasa nada. Garzón pretende ahora quitar el chocolate al loro; o sea, suprimir las chucherías a los niños para que tengan una dieta más equilibrada. La capa de Supermán con la que Calviño volará del laberinto al treinta y del treinta al laberinto al estilo del juego de la Oca conseguirá que se obre un milagro que no puede explicarse todavía por las leyes de la Economía.

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