sábado, 18 de marzo de 2023

Los serenos de Ranera

 


Me llegan noticias de que la aspirante a la Alcaldía de Zaragoza por el PSOE, Lola Ranera, persigue el objetivo de recuperar la figura del sereno para, según ella, aumentar la seguridad nocturna en las calles. Para ello –señala- será necesario fichar a 50 ciudadanos sin  antecedentes penales cuya labor sea la observación y tener línea directa con la Policía Local, pero sin capacidad de poder intervenir en caso de delito y sin tener poder de sancionar los actos incívicos. Es decir, que trabajen de soplones para los "guindillas". Según Ranera, los miembros de ese nuevo Cuerpo, para ser reconocibles, llevarían un  logo con una lámpara y un ojo. Ya dijo en “Proverbios y cantares”  Antonio Machado que “el ojo que ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque te ve”. Personalmente no conozco a Lola Ranera, a la que presumo edila llena de buenas intenciones. Pero Zaragoza  tiene hoy otras prioridades que la de volver a crear un Cuerpo de Serenos desaparecido en España en 1977. La vigilancia y seguridad de nuestras calles corresponde al Cuerpo Nacional de Policia y a la Policía Local. Nadie concibe en 2023 que un sereno carezca de sueldo fijo y seguros  sociales y que viva de las propinas de los vecinos y de algunos comercios, como aconteció durante la dictadura franquista. Gloria Fuertes hizo referencia al trabajo nocturno de los serenos en su libro “Mujer de verso en pecho” (Cátedra, 1995): "El sereno el domingo madrugaba. / Levantado a las siete de la tarde, / se iba a ver los colores al paseo. / Por la noche el sereno era distinto, / conocía a las putas por las piernas, / conocía a los chulos por el paso/ y tenía un revólver pequeñito. / El sereno era pasto de la noche, / entendía de gritos de mujeres, / sabía si parían o gozaban / y reía o llamaba al cirujano. / El sereno era un hombre misterioso, / se afeitaba debajo de la luna / y fumaba cigarros prohibidos. / El sereno está preso, / pues le daba/por proteger a un coro de mendigos". En resumidas cuentas: ni los zaragozanos debieron en su día “entrar al trapo” con el señuelo de un nuevo campo de fútbol, como ofrecíó Azcón para auparse a la Alcaldía con la ayuda de Vox, ni los zaragozanos, como decía, nos sentiremos más seguros con un sereno velando nuestro sueño, como propone Ranera. Zaragoza se ha vuelto insegura por la proliferación de bandas juveniles (Dominican Don’t Play, Black Panther, etcétera) que se nutren de adolescentes y con las que más vale no toparse. Por eso digo que ser sereno es equivalente a torear a un morlaco resabiado  en una plaza portátil de pueblo sin enfermería. Son los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado los encargados de proteger la vida y la integridad de las personas, como señala el artículo 104 de la Constitución. Lo demás son pamplinas y hablar por no callar, o mejor dicho, el deseo de una aspirante a la Alcaldía de dar trabajo a  parados de larga duración con carné de socialista y vocación de sheriff. Como escribió Woody Allen, “el mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo un tercer gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago”.

No hay comentarios: