viernes, 31 de marzo de 2023

El vino, en decadencia

 


La gente del agro se pasa la vida quejándose y pidiendo subvenciones al Gobierno, unas veces por  mala cosecha, otras por devastación causado por pedrisco o  inundaciones, o por exceso de productos a los que no se sabe cómo darles salida…  En el caso del vino queda claro que ha disminuido su consumo. Los  informes de finales de 2022 indican que se ha consumido un 8,2 por ciento menos vino que en el mismo periodo del año anterior, equivalente a 9,59 millones de hectolitros. Las causas son diversas: el cambio climático, la caída de las exportaciones, la inflación galopante, el aumento del precio de la botella, el abuso escandaloso en las cartas de los restaurantes (con precios altísimos en muchos casos para vinos infames) y, lo que es notorio, un mercado de vino a la baja en beneficio del aumento de consumo de cerveza. Algo parecido está sucediendo con los vinos andaluces.  Domecq y Osborne hace mucho tiempo que dejaron de repartirse el mercado, y el arranque subvencionado de uva “palomino” es un  hecho. A no tardar, del  “Tío Pepe”, de González Byass, aquel  “sol de Andalucía embotellado”, sólo se recordará el anuncio de la madrileña Puerta del Sol desde los viejos tiempos de la Segunda República, donde se representa una botella con chaquetilla roja, sombrero cordobés y guitarra a la cintura, creado por Francisco Macián paras los Estudios Moro y que ha servido de inspiración a muchos artistas. Sólo existió otro icono perdurable, el toro negro de Osborne, que podía, y puede verse,  en los oteros próximos a carreteras desde 1958. Según recordaba Sebastián Chilla (Lavozdelsur.es, 19/01/2019)  fue creado por el portuense Manuel Prieto, vinculado en época republicana al Partido Comunista de España. Este relevante publicista, que llegó a ejercer su oficio en primera línea de batalla -46 División, 209 Brigada- fue director artístico de un periódico para la tropa y llegó a ser licenciado como parte de la Delegación de Propaganda y Prensa del Ministerio de Turismo del Gobierno de la II República a finales de la Guerra Civil. De codearse con Miguel Hernández o Rafael Alberti, entre otros, Prieto sobrevivió como pudo tras la victoria de los sublevados, como narra en su autobiografía. Bajo el seudónimo de Teté empezó a hacer trabajos varios de su disciplina, para los alemanes y luego para los americanos, llegando también a ilustrar cuentos, revistas y trabajando años más tarde, en los 50, para una agencia publicitaria, Publicidad Azor, desde donde recibirá el encargo de Osborne”. Por cierto, el toro de las carreteras ya no pertenece a esa marca comercial,  es de dominio público. La Sala civil del Tribunal Supremo (Sentencia número 26/2017, de 20 de junio de 2017), ratificó hace unos años que “el toro no es un símbolo representativo de España y que cualquier empresa puede utilizarlo”, en respuesta al litigio que Osborne mantenía con Badtoro.  La presencia del toro de Osborne (sin el anuncio del brandy) se mantiene todavía en las carreteras españolas, pese a la legislación sobre publicidad en carreteras aprobada en 1988, “por su interés estético y cultural”. Por cierto, el Consejo Regulador de la  D.O Toro vio posteriormente desestimado un recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea  ante su oposición en el Registro de la marca europea “Badtoro” para vinos y bebidas alcohólicas,  con excepción de la cerveza, al entender que no existe riesgo de confusión pese a que el elemento dominante sea la figura de un toro; que, a criterio del alto Tribunal europeo, “tiene un carácter de fantasía”.

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