sábado, 4 de noviembre de 2023

Celedonio, vate y camarero

 


A los pescadores de caña nos gusta ver fotos en las que alguien ha pescado un enorme barbo, un colosal siluro o una formidable trucha. No sé si el pescador disfruta más pescando o enseñando a los amigos sus capturas, que suelen fotografiarlas para evitar que les tachemos de exagerados. Hoy leo en la prensa que un pescador de Mazagón, Manuel Hernández, ha capturado una gran lampuga por el método del curricán, o sea, por el señuelo de cucharilla arrastrada. Y he podido ver la foto de la captura en aguas onubenses. El pez se da un aire  de cara a Celedonio, un camarero de “Jauja” al que le servían los platos pedidos éste mediante  un pequeño montacargas diseñado para ese menester, al encontrarse la cocina en la planta inferior. Celedonio, hombre de pocas carnes y provisto de chaquetilla blanca y corbata negra  demandaba con voz engolada y de forma imperativa los platos por una trompetilla verde, y esperaba silente y con el cuello torcido hasta escuchar  la respuesta de “¡oído!” para estar seguro de que el pinche de cocina había recibido la orden de la comanda de “¡dos sopas!”, o “¡uno de ternera con guarnición!”, o “¡uno de macarrones al gratín!”… Celedonio era un hombre serio, con esa circunspección del que acaba de regresar de un entierro. Los lunes libraba y esa jornada aprovechaba para pedalear en bicicleta, a la que para frenar debía presionar su zapatilla sobre la rueda trasera, hasta una ermita situada entre viñedos. Se sentaba con la espalda reposada en la encalada pared, sacaba del bolsillo una papel amarillento e intentaba aprender de memoria un breve poema tomado del taco de calendario del Carmen y santa Teresita correspondiente al viernes 31 de mayo de 1957, donde se señalaba que el sol salía a las 4,47 y se ponía a las 19,37, y el recuerdo de los santos Cancio, Canciano, Cancianila, Crescenciano, Hermias, mrs; Pedronila, vg. Sí, la gran lampuga pescada por el método del curricán se parecía de cara a Celedonio, el camarero de “Jauja” y vate por afición que murió atropellado por un camión de reparto de hielo, gaseosas y sifones al perder esparto la zapatilla un malhadado día y no poder frenar a tiempo.

 

No hay comentarios: