martes, 21 de noviembre de 2023

Melazas de dudosa procedencia

 


Las mariscadoras gallegas se quejan por la falta de bivalvos en sus rías. De la misma manera,  los apicultores se encuentran al borde de la ruina por las importaciones de China de algo que no es genuina miel sino una extraña mezcla de no sabemos qué a la que se añade sirope de arroz y que está inundando el mercado. Y así se ha hecho constar esa preocupación en la vigésimo sexta edición de las jornadas de Expomiel celebrada en Córdoba. Comentaban los asistentes a esas jornadas respecto a los productos importados, que "se  mezclan varias mieles y si ninguna llega al 50%, se puede declarar como país de origen aquel en el que se ha hecho la mezcla, que suele ser un país de la Europa del Este". Según señala el responsable de COAG, Antonio Vázquez, también la Unión Europea en sus informes, “más del 90% de las mieles, por llamarlas de alguna manera, que encontramos en los supermercados no es miel de abeja, sino otra cosa”. Vázquez pone como referencia las sospechosas diferencias de precio. El kilo de miel de abeja (Apis mellifera) cuesta en España alrededor de 4,50 euros y el que llega de fuera no llega a 1,70 euros. Pero existen otros factores que están dando al traste en el negocio de la miel: la falta de lluvia y de flores, la destrucción de sus hábitats, el aumento de avispas asiáticas, los insecticidas, herbicidas, neonicotinoides, etcétera. Dicen los entendidos que la mejores mieles son las de brezo de Morella, de sabor fuerte y color oscuro, y las de espliego y romero de La Alcarria, con denominación de origen, de cristalización fina y aspecto cremoso y suave al paladar. Pero, por desgracia, las colmenas se están quedando vacías, de la misma manera que se quedan vacíos los nidos de gorriones por el abuso de plaguicidas en los campos, la excesiva contaminación y el aumento progresivo de aves invasoras en las ciudades. En resumidas cuentas, entiendo que estamos perdiendo biodiversidad, lo que podría suponer graves efectos a no muy largo plazo en la salud humana. ¿Quién es el responsable?  El maestro armero.

 

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