Hoy leo en la prensa aragonesa dos noticias
de interés. Una de ellas señala que
Aragón fue la Comunidad donde más creció la criminalidad en 2024. La otra, que
ya se conoce el lugar de Córdoba donde a Leticia
Sabater, idolatrada por Anson,
le gusta degustar caracoles. La primera de esas noticias me parece preocupante;
la segunda, estúpida,tan estúpida como
ver a un amigo de Aldama
fotografiado con un león africano muerto a tiros de rifle. Ahora los safaris
son fotográficos pero sin perder ojo al paquidermo, para evitar lo acontecido a
una vallisoletana, Blanca Ojanguren,
en Tailandia hace poco más de un mes, cuando un elefante le clavó un colmillo.
Ahora, como digo, se han cambiado los gustos de los safaris africanos por el
tiro al palestino a mayor gloria de Trump,
que ya piensa como su acaudalado yerno, o sea, en transformar las ruinas de la Franja de Gaza en una extensa
zona residencial para solaz de los hebreos que mataron a Dios, cuando los
gazatíes que aún permanecen en esos territorios palestinos se vayan a la
diáspora con los bebés en brazos y los enseres a cuestas, no por el deseo
expreso de Yahveh sino por la
presión del sádico de Netanyahu y
después de haber considerado el ‘recopilatorio de ideas’ de Jared Kushner, cuando hace un añoese judío ortodoxo, propietario de la
sociedad de inmuebles ‘Kushner Properties’,
marido de Ivanka (una de las hijas
de Trump) y nieto de un superviviente del Holocausto, comentó que la situación
de Gaza no era una cuestión bélica ni de seguridad, sino un ‘conflicto
inmobiliario’ que podría resolverse con un resort a pie de playa hecho a la
medida de los jeques del Golfo, cuyos rascacielos y fortunas ha admirado
siempre.
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