martes, 18 de marzo de 2025

Leer requiere esfuerzo


Leo en la prensa que Toledo ya ha perdido el último quiosco de Prensa. Algo parecido está aconteciendo con los cines, con las tabernas y con los comercios de barrio. Ya casi nadie lee presa de papel; las películas se ven en cadenas de pago de televisión; las tabernas, las viejas tabernas donde se servían chatos de vino en pequeños vasos de vidrio grueso y vinagrillos, están pasando a pero vida; y los comercios de barrio son una ruina. Los tiempos cambian y los gustos de la gente, también. Pero lo más preocupante es que, según el presidente de Mercadona, Juan Roig, dentro de veinte años no habrá cocinas en las viviendas por los cambios en los hábitos de vida de sus moradores y que la tendencia será comprar platos cocinados en las tiendas y supermercados, o pedir comida en las cadenas franquiciadas de fast food con servicio a domicilio. Y los niños se criarán obesos y sus progenitores se volverán más sansirolés con tanto apoltronamiento en el sofá viendo series televisivas encadenadas, tanto partido de futbol, tanta batamanta cubriendo la desidia, tanto mirar el móvil sin saber para qué y tanto sorbo de cerveza a morro, que es lo que mola. Los recientes avisos de cierres en Zaragoza de la ‘Librería Central',  fundada en 1981 por Joaquín Casanova y que ha entrado en concurso de acreedores, y de la ‘Editorial Mira’ (1987), del mismo empresario, son señales inequívocas de que tampoco se venden libros. Como reconocía el propio Casanova en una entrevista reciente, “existen grandes dificultades en el mercado español, dada la saturación de publicaciones en un país con bajos índices de lectura con respecto a países del norte de Europa”. Sí, en España siempre ha habido poca devoción lectora. Así lo expresaba L. Gallardo Antonio Medina en “El Ideal” de Granada (17/12/22): “Y una cosa me temo, como siga saliendo la caterva de escritores que se pasean por radios y televisiones para promocionar sus libros, peor aún; ahí creo radica el problema, hoy escribe todo el mundo, incluso aquellos que dudo sepan leer lo que otros han escrito, Aznar, Zapatero, Belén Esteban, David Bisbal, etc., ya queda poca gente por escribir. Mientras tanto sigue un ejército de poetas y escritores al acecho. Unos publican y sus libros se pierden llenos de polvo en las estanterías, otros se presentan continuamente a premios para ver si toca la flauta, algunos incluso corren con la edición de su libro para regalar a sus amigos o allegados”. Libros que nunca se leerán. Como todo, leer requiere esfuerzo.

 

No hay comentarios: