sábado, 19 de abril de 2025

Catarsis del duelo

 

Vamos a ver si somos coherentes. Dar explicaciones cuando nadie las ha pedido es un claro síntoma de inseguridad en sí mismo, pues quien así actúa vive creyendo que todo lo hace mal, o que lo que hace tiene fallas y dando explicaciones se siente un poco mejor. En otros casos sólo se está ocultando una falta. O como se afirma en el dicho medieval: “Excusatio non petita, accusatio manifesta”. ¿Quién ha dicho que el equipo profesional que ejerce el periodismo en Diario de Teruel no sea garante de una información veraz? Señala hoy el editorial, firmado por el “Equipo de redacción”, que “en los últimos días, algunas voces en redes sociales han cuestionado la independencia y profesionalidad de ese diario, llegando incluso a tachar su trabajo de ser parte de una campaña de desinformación organizada con fines partidistas”. El equipo de redacción debe ser valiente y aclarar quién lo ha dicho, dónde, cuándo y en qué medio. Existe un diario conservador, monárquico y de tirada nacional que, tiempo atrás, cuando no había contrastado suficientemente una noticia, señalaba con descaro a los lectores: “Por fuentes generalmente bien informadas sabemos  que…”. Eso, a todas luces, no era ni es de rigor en el ámbito periodístico. Diario de Teruel sigue manifestando en su editorial que “lo esencial en un medio no es su propiedad, sino su ejercicio del periodismo con mayúsculas y [ser] garante de la información veraz. Y Diario de Teruel  ha demostrado, a lo largo de los años, que su prioridad es informar con esa veracidad, dar voz a la ciudadanía y abordar temas que interesan, interpelan y afectan directamente al territorio turolense, muchas veces ignorado y silenciado en la agenda nacional”. A mi entender, la propiedad del medio sí influye de manera determinante en cómo se dan las noticias. En este sentido, Diario de Teruel sufrió muchos vaivenes a lo largo de su historia, es decir, desde su creación en octubre de 1885 por Alfonso Torán y durante un periodo inferior a un año. Un segundo periodo partió desde 1901 hasta 1908 auspiciado por Dionisio Zarzoso. Un tercer periodo, con la cabecera de “Lucha” (perteneciente a la Prensa del Movimiento), se editó hasta 1980. Ese mismo año reapareció con la cabecera de Diario de Teruel de la mano de la Diputación Provincial de Teruel y del Patronato para la Información de Teruel (Fite) hasta 2006, año en el que se creó una entidad pública empresarial. En la actualidad es un diario generalista propiedad en su totalidad de la Diputación Provincial de Teruel solapado como entidad jurídica de ‘Prensa de Teruel, S.L.’ y una tirada cercana a los 5.000 ejemplares. Es evidente, por tanto, que la esencia de ese medio es su propiedad. Líneas más abajo se señala: “resulta preocupante que se pretenda desacreditar a medios locales desde perfiles y plataformas de alcance masivo simplemente por incomodar con su cobertura o por mencionar hechos contrastados que, aunque puedan molestar a algunos, forman parte del deber informativo. Confundir la crítica y la información con la desinformación y el bulo, o la titularidad pública con la manipulación, es simplista y peligroso”. Pero si nos damos una vuelta por su hemeroteca, como invitan desde ese diario a hacerlo, deberemos pasar de largo las páginas del amplio periodo de “Lucha”  (entre 1936 y 1980) cuando aquel diario era un infame panfleto al servicio de la dictadura franquista. Personalmente debo aclarar que leo con agrado Diario de Teruel  todos los días en su edición digital. No dudo de su independencia ni de la profesionalidad de sus redactores. Por eso no entiendo las explicaciones no pedidas. No se puede obligar a nadie a que nos quiera. Y si Diario de Teruel no tiene nada por lo que deba justificarse, tampoco debe pedir disculpas ni llorar por los rincones como una lamentatriz piadosa  ni efectuar una catarsis del duelo, o sea.

 

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