martes, 27 de febrero de 2024

Comer de cuchara

 


No hay día que pase sin que se celebre un concurso culinario para saber quién hace la mejor tortilla de patata, las mejores papas bravas o las empanadillas más sabrosas. Lo que no sabía es que existe un concurso de Ollas Ferroviarias que ya va por su cuarta edición. Siendo yo más joven solía ver a ferroviarios ataviados con tabardos de cuero y portando unas cestas de mimbre cuadradas donde llevaban la comida para los largos trayectos. Hoy, leyendo Diario de Valderrueda del 16 de febrero descubro por Lidia Fernández González que Sahagún celebraba su IV Concurso de Ollas Ferroviarias con seiscientos euros de premio. Para tal menester estaba previsto encender los fogones el pasado domingo, 25 de febrero. Los ingredientes necesarios para poder concursar constaban de alubias, chorizo y puerro. Posteriormente he leído que se presentaron a concurso 68 potajes. La olla ferroviaria, también llamada putxera, es un plato típico que surgió vinculado al ferrocarril de La Robla. También recibe ese nombre un aparato de cocina que consiste en un doble recipiente: en el exterior, una especie de estufa alimentada con brasas, con una apertura por el frente para poder añadir más carbón. Por la parte de arriba se introduce una cacerola grande que encaja en el borde superior de la olla, quedando dentro de ella y con su parte baja cercana a las brasas. Fue utilizada por el personal de estaciones y trenes desde la década de los años 30 hasta 1990. Lleva razón la alcaldesa de Sahagún, Paula Conde, al asegurar que esa es una buena manera de conservar las tradiciones, exaltar el producto de la tierra y dar a conocer el municipio. Más aún si estamos en invierno y se ofrece un contundente plato de cuchara. De eso saben mucho los leoneses. En las viejas locomotoras de vapor, maquinistas y fogoneros aprovechaban las brasas de briquetas de la caldera para cocinar esos potajes entre silbidos, hollín y traqueteos.

 

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