sábado, 17 de febrero de 2024

Viajeras reliquias

 


Leo en El Correo de Andalucía que un convento busca monjas en evitación de que el Vaticano, que establece que al menos haya seis monjas en un monasterio de clausura, ordene cerrar el convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda (Málaga). Había nueve monjas antes de la pandemia, de las que solo quedan solo cuatro, de las que una de ellas padece
alzhéimer. En ese convento se conserva un relicario que contiene la mano izquierda de santa Teresa desde 1924,  año de la apertura del convento. Parece ser que esa reliquia fue encontrada en el cuartel de Guardias de Asalto de Málaga por unos falangistas. La enviaron a Salamanca y terminó en poder de Franco, que la conservó en El Pardo hasta su muerte en 1975.  Poco tiempo después, Carmen Polo y su hija hicieron un viaje a Toledo con esa mano, excepto el dedo meñique, para entregárselo al cardenal primado junto a una pequeña Cruz Laureada de san Fernando que llevaba el dictador en la solapa cuando iba de paisano. Pero esa reliquia tiene su historia. Parece ser que en 1585 el vallisoletano carmelita Gracián de Dios mandó separar ese miembro de su cuerpo y fue enviado a las carmelitas de Lisboa y allí permaneció hasta 1920.  Dos años antes de que un grupo de militares terminase con la República en Portugal (1926) y estableciese una dictadura militar que entregase el mando a Antonio de Oliveira Salazar, aquella reliquia llegó a España, como decía, y depositada en ese convento de Ronda. La crónica de ese acontecimiento quedó reflejada en “La Voz de Galicia” (en una crónica de Carlos Fernández (6/10/2001) al hacer referencia al verano de en el verano de 1963, cuando coincidieron por separado en La Coruña la mano y el brazo de la santa, una en el pazo de Meirás y otra en María Pita. El resumen es el siguiente: Al estallar la Guerra Civil, las carmelitas se refugiaron en el Asilo y una de las monjas sacó escondida la reliquia. Pero los republicanos se enteraron y uno de los miembros del comité popular exigió la entrega de la mano o  mataba a las monjas. La superiora del convento la entregó. En febrero de 1937 cayó Málaga en poder de las tropas rebeldes y la reliquia apareció en la maleta del general republicano Villalba Riquelme. Fue llevada a Burgos (otros dicen que a Salamanca. No se ponen de acuerdo los cronistas, ya que en octubre de 1937 Franco fijó su residencia en Burgos, aunque el Cuartel General oficialmente siguió en Salamanca hasta el final de la guerra) y Franco se la apropió. En junio de 1963 la reliquia de aquel brazo (no de la mano izquierda) llegó a Galicia desde Alba de Tormes, donde se guardaba permanentemente. “Al llegar la reliquia al Puente Pasaje la esperaba el obispo auxiliar de la diócesis, Novoa Fuente, quien la transportó en coche a María Pita. Fue entregada al alcalde, Sergio Peñamaría, que la declaró ‘huésped de honor’ con la aclamación de más de 10.000 personas. Finalizada la recepción oficial, la reliquia fue llevada a hombros por las autoridades hasta la Colegiata, seguida en procesión por los fieles. Allí se celebró un solemne Te Deum, dando finalmente el obispo Novoa la bendición. Al día siguiente tuvieron lugar otros actos religiosos en honor del famoso brazo incorrupto, uno de ellos en el nuevo templo de las Carmelitas Descalzas en el Montiño, con participación de la Sección Femenina de la Falange”. Teresa de Cepeda y Ahumada, que tal era su nombre, murió el 4 de octubre de 1582 en Alba de Tormes en brazos de otra monja, Ana de San Bartolomé. Fue enterrada en la iglesia de la Anunciación del convento de Carmelitas descalzas de Alba de Tormes al día siguiente, 15 de octubre, coincidiendo con el momento de cambio del calendario juliano al calendario gregoriano actual. En realidad recibió tres entierros. El primero, al día siguiente de su muerte; se exhumó y volvió a ser enterrada nueve meses más tarde. Su cuerpo estaba incorrupto. El padre Jerónimo Gracián le cortó la mano izquierda y se la llevó a las carmelitas del convento de san José de Ávila, reservándose el dedo meñique para él.  En 1585 se trasladó su cuerpo a Ávila, siendo exhumado el 25 de noviembre, aunque un brazo, el derecho, se conservó en Alba de Tormes hasta que los duques de Alba, molestos con la decisión de los carmelitas, utilizaron su influencia para lograr que el papa Sixto V aprobara un nuevo y definitivo traslado de los restos de Teresa al pueblo de nación. Aquel fue el tercero y último entierro oficial. Se encuentra depositado en la capilla de la Anunciación bajo siete llaves para evitar el robo de reliquias. El sepulcro se volvió a abrir
  en 1760 en presencia de Fernando VI, y por última vez  en 1914. En resumidas cuentas: en Alba de Tormes se conserva lo que queda de su cuerpo, incluyendo el brazo izquierdo y el corazón, los cuales están expuestos en el museo. En Roma se encuentra el pie derecho, la mandíbula en el convento de Santa María della Scala, y en san Pancracio se conservan algunos fragmentos de cráneo y unos dientes. Existen más trozos anatómicos, todos ellos diseminados en diferentes conventos y lugares. También en Zaragoza, aunque no me pregunte el lector dónde, se conserva el cinturón del hábito con el que fue enterrada la doctora de la Iglesia.

 

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