Cuenta Gregorio Mayayo, presidente de la AHE, en una entrevista de "Público", que "esta es la crisis inmobiliaria más grave que hemos vivido, que fue un gran error meter el mercado español en el Euribor, y que la banca no tiene la culpa de la situación, sino quienes animaron a tomar los tipos más bajos".
¿Y quiénes la animaron? Ahora va a resultar que el español de clase media-media, media-baja, o como diantres se denomine, que pretendía pedir una hipoteca para comprarse un piso de chicha y nabo, iba al despacho del director de la sucursal más próxima de su casa, le invitaba a tomar una cañas en el bar de enfrente, para más tarde decirle: "Sí, ya sé que tú prefieres que me empeñe con un euribor fijo, amigo bancario, pero yo no te voy a hacer ni puñetero caso. Prefiero interes variable, te pongas como te pongas.Y si te enfadas conmigo, me voy al banco de ahí enfrente y asunto resuelto. Pues no, señores, no fue así.Ni mucho menos. Desde luego que no fue el Banco de España. La Banca Privada y la Confederación de Cajas de Ahorro animaron a endeudarle hasta las cejas hasta al tonto del paseo, si, ese que recibe todas las bofetadas, al grito de ¡marica el último!
Por otro lado, ¿cómo iba a estar España fuera del Euribor estando dentro de Europa? No lo capto. ¿Qué ha pretendido decir Mayayo? ¿Acaso que retrocediéramos a los tiempos del franquismo? Es decir, cuando nos movíamos con la peseta, sufríamos sus devaluaciones, y cuando los intereses de los créditos hipotecaris oscilaban en una banda entre el 15 y 18 por ciento de interés? ¿Eso pretende decirnos Mayayo?
¿O es que yo le he entendido mal?
¿Para cuándo prefiere que hablemos usted y yo del dinero negro generado en las compra-ventas? ¿Dónde se encuentran los billetes de 500 pavos? ¿Quiénes fueron los animadores que encandilaron a tanto inconsciente suelto? Conteste, conteste, y no camine con circunvalaciones. Porque, mire usted, señor mío, una cosa son los constructores, otra los promotores, y otra los especuladores de suelo urbano,que a veces también son los promotores, entre los que se encuentran los ayuntamientos de capitales, ciudades medias y aldeas de siete casas. Quienes pudieron, hicieron las necesarias recalificaciones, en muchos casos beneficiando a determinadas siglas políticas que van de progresistas, (no le echemos toda la culpa al GIL) y ciertas entidades bancarias que sólo buscaban beneficios. España no es América, pero se parece cada día más a un país bananero, y lo señalo por si acaso estaba usted pensando en lo acontecido en los Estados Unidos con las hipotecas, que es de locura.
Finalmente, dígame, señor Mayayo, ¿dónde se blanquea la droga? ¿Y el dinero generado en operaciones sin facturas de empresas grandes y pequeñas? ¿Lo sabe usted? Yo no, aunque lo intuyo.
1 comentario:
Es usted un poco presuntuoso; sepa que hay millones de preguntas pendientes de contestación. Y un elevado porcentaje de las pocas respuestas recibidas resultan ser mentiras u ofensas. Madure y caiga como San Pablo.
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