jueves, 31 de enero de 2013

Tiempo le pido al tiempo




Luis Bárcenas sigue insistiendo en que altos cargos del PP cobraron “bufandas”; Diego Torres continúa lanzando torpedos contra Urdangarín en un intento, según parece, de posicionar a la infanta Cristina en el centro del tsunami; Montoro no abre la boca con respecto a la regularización, aprovechando la amnistía de Hacienda, de 10 millones en cuentas opacas que Bárcenas tenía en Suiza y regularizó; la Casa Real todavía no ha cesado a Carlos García Revenga, secretario de las infantas, tras conocerse su imputación por el juez por presuntos desvíos de fondos públicos al Instituto Nóos; el Ayuntamiento de Palma de Mallorca desea que Urdangarín no use el título de duque consorte y acuerda quitar el rótulo de una Rambla  dedicada a la pareja ducal; Gabilondo pedía ayer, cumpleaños del Príncipe, desde El País, la abdicación de don Juan Carlos; la derechona debería ahora pedir perdón en aquellos medios de prensa y radio ( todos conocemos cuáles) en los que lanzó vergonzosas acusaciones relacionadas con niños y trituradoras sobre Carlos Morín, tras ser absuelto por la Audiencia de Barcelona de la acusación de más de 100 prácticas abortivas ilegales; la ministra Mato, que no sabe por dónde le sopla el viento, pretende añadir el incremento del IPC sobre los fármacos a los porcentajes que ya se cobran injustamente a los jubilados cuando éstos presentan las recetas en las oficinas de farmacia; Emilio Botín, el de los tirantes “coloraos”, ha presentado unos resultados de 2012 muy malos para el accionista, al verse obligado a “orear” sus balances mediante una provisión de 18.800 millones para el ladrillo; y, por si ello fuese poco, hoy Artur Mas se entrevista con el Rey en La Zarzuela para exponerle sus “planes” de futuro. Es lo que hay. Cuenta hoy Marcello, el  simpático perrillo, que “Don Tancredo Rajoy está pálido de miedo”, más aún tras las declaraciones de Pío García Escudero. No sé, no sé… En los “papeles secretos” del extesorero que hoy saca a la luz El País se cuenta que hay anotaciones donde se reflejan, entre otras muchas, entregas de 25.200 euros anuales durante 11 años al actual presidente del Gobierno. Esto no marcha, la tensión social aumenta de forma exponencial, al Gobierno se le ha gripado el carburador para gobernar con acierto y la Casa Real no pasa por su mejor momento. Sólo falta, dicho sea en sentido figurado, un estopín con fulminato de mercurio para que todo vuele por los aires. No se puede ir de gobernantes sólo por el beneficio que concedieron las urnas a unas listas cerradas sin tener en cuenta a los gobernados, que depositaron su voto en la confianza que les daba un previo programa político más tarde incumplido en su casi totalidad. Seamos serios y llamemos a las cosas por su nombre: al Rey lo nombró  Franco y su aceptación por la ciudadanía fue “colada de rondón” dentro del “totum” de la Constitución. Y el Partido Popular obtuvo mayoría absoluta en las urnas más por los deméritos del PSOE que por méritos propios. Pero en España parece ser, si es que aspira a modernizarse, que ya no cabe la decimonónica fórmula de ahora Cánovas, más tarde Sagasta. Tampoco, un “borboneo” como el de Botsuana, por el que tuvo que pedir perdón el Jefe del Estado. A mi entender, la Monarquía española, y por consiguiente la Casa de Borbón, debió de terminar para siempre en 1931, con la abdicación por abandono de Alfonso XIII. Ahí terminó su reinado. Eso de los derechos legítimos traspasados a Juan de Borbón son pamplinas. (No debemos olvidar que por una ley de 26 de noviembre de 1931 las Cortes acusaron a Alfonso de Borbón de alta traición. Tampoco, que Franco escribió el 4 de abril de 1937 una carta despectiva al Alfonso XIII después de que éste acabara de donar un millón de pesetas a la causa franquista). Mal podía ceder derechos sucesorios quien los había perdido en el puerto de Cartagena. Pero tiempo le pido al tiempo. Como demuestra la Historia, el tiempo terminará por poner cada cosa en su sitio.

No hay comentarios: