Pues nada, aquí ya tienen sueldo
asignado la Reina
y su nuera y abultados sobresueldos por gastos de representación. Pero ambas
asignaciones, hechas a criterio del Rey, no reducen la fila de desempleados en España,
que sigue siendo vergonzosamente extensa. Lo que no sabemos es en que grupo
tarifarán, si es que tarifan, que no creo, tales “nominas” y si los totales devengados por la Reina y su nuera tendrán las
correspondientes deducciones a la Seguridad
Social, al desempleo, a la formación profesional y por el
IRPF como el resto de los mortales en nómina por cuenta ajena, que no están
muertos todavía pero que llevan camino de entrar en la UCI de los ERE el día que las
empresas donde prestan sus servicios se marchen a Marruecos o al Turquestán,
que está entre el mar Caspio y el desierto de Gobi; o sea, a un paso del quinto
coño, que también es el nombre de un restorán en La Condosera, provincia de
Badajoz, en la intersección entre el Camino de Chandavilla con la calle Lázaro Gurmiel, y donde, por
cierto, ofrecen un excelente menú. Claro, hay un matiz: la Corona en España no trabaja
por cuenta ajena sino que es la cuenta ajena, la cuenta abultada de nuestros
impuestos, la que mantiene a la Corona.
Quiero entender que tales sueldos de nueva asignación, el de la Reina y el de su nuera, quedarán dentro de la partida que
en los Presupuestos Generales del Estado se asigna anualmente para el
mantenimiento de la Corona,
como no podría ser de otra manera. Y en ese caso, da igual que el Rey lo
reparta como le venga en gana. Ahí no entro. En la misma nota de prensa se da
cuenta que su hija Elena “sólo” recibirá 25.000 euros como gastos de
representación. Lo de “sólo” con tilde diacrítica sobra. No la tilde, que ya sé
que es indiferente tanto si es adverbio como si es adjetivo, de acuerdo con las
nuevas normas de la RAE,
aunque a mí me sigue gustando evitar ambigüedades pese a ser una palabra llana
terminada en vocal. Pero entenderán, y a eso iba, que no es lo mismo “quedarse
solo” (sin tilde), como le está sucediendo al Monarca, que decir “sólo tengo 60
euros para llegar a fin de mes” (con tilde), que es lo que acontece con casi
todos los currantes cuando remontan la quincena. Y decía, también, que lo del
adverbio “sólo”, en el caso de Elena de Borbón, sobra por algo fácil de
entender. Ya quisieran muchos trabajadores en activo y muchos pensionistas, que
lo dieron todo en el transcurso de su extensa vida laboral, ganar 25.000 euros
brutos al año. Por eso recalco que la nota de prensa sobre las asignaciones a la Reina, a su hija y a su
nuera están dentro del libre albedrío del Rey pero, aún así, chirría en los
hogares de miles de ciudadanos que no tienen nada que llevarse a la boca y
cuyos hijos sólo (con tilde) hacen de fuste la comida del colegio los días
lectivos. O sea, que se van al colegio sin desayunar y sin cenar a la cama.
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