
viernes, 31 de octubre de 2014
Cebollas para todos los gustos

jueves, 30 de octubre de 2014
Ni "meybas" ni taparrabos

miércoles, 29 de octubre de 2014
La corrupción que no cesa

martes, 28 de octubre de 2014
Loterías

domingo, 26 de octubre de 2014
El hoyo, el bollo y demás mamandurrias

sábado, 25 de octubre de 2014
Mejor no hurgar en la herida

viernes, 24 de octubre de 2014
Estancos, el "holding Comillas" y un poeta social

jueves, 23 de octubre de 2014
Cervantes y su afición por la cocina

Conozco a
un hombre de gran valía, que aún no ha llegado a la cuarentena, ha estado en la Gloriosa batalla de
Lepanto; captivo en Argel y ha publicado en los comienzos deste año, la Primera parte de la Galatea, libro que aunque
de fábulas de pastores retrata a gentes muy conocidas. El tal que se llama
Miguel de Cervantes, es muy sabedor de cosas atañentes al Arte de Cocina y, sin
duda por esto muestráseme grandemente aficionado y me consulta, algunas veces
sobre las cosas que escribe y que guardan relación con la materia. Agora anda
metido en el empeño de dar a luz un libro que trata de las aventuras de un
caballero, entre grandemente cuerdo y disparatadamente loco, y un su escudero que
parésceme tiene más de socarrón que de bienaventurado, al cual le hace descir
en el original que me ha mostrado:
“Aquel platonazo que está mas adelate vahando,
me parece que es olla podrida, que por la diversidad de las cosas que en las
tales ollas podridas hay, no podré dejar de topar con alguna que me sea de
gusto y de provecho. Absit, dijo el médico, vaya lejos de
nosotros tan mal pensamiento: no hay cosa en el mundo de peor mantenimiento que
una olla podrida: allá las ollas podridas para los canónigos, o para los
retores de colegios, o para las bodas labradorescas, dejennos libres las mesas
de los gobernadores, donde ha de asistir todo primor y toda atildadura. Hízele observar a mi amigo que la tal olla
puede y debe estar asistida de todo primor y atildadura, pues por algo se pone,
no ya en mesa de gobernadores, sino en la de los propios Reyes, por ser el
manxar nacional de España y como símbolo. Esto aparte de su suculencia, pues no
es un plato sino, quince xuntos, y en tal concepto ella sola vale por una
comida entera. No sé la suerte que habrá corrido mi consejo”.
A continuación, Martínez expone
su receta de cocina sobre la “olla
podrida en pastel”, que omito aquí por no aburrir a los lectores. Un poco
más adelante cuenta su receta sobre los “huevos
de engaño”, cuya lectura es una delicia en su modo de expresarse. En mi
escrito de ayer recomendaba la lectura de ese libro. Hoy voy más lejos:
descubro que Cervantes también entendía de pucheros y que, a veces, se dejaba
aconsejar por Francisco Martínez Montiño, cocinero real que tuvo la suerte de
ver de cerca el manuscrito original de El
Quijote salido de la pluma de Cervantes.
miércoles, 22 de octubre de 2014
Sobre un libro de cocina

Suma de la Tasa.
Juan de Peyuelas, Secretario de la Cámara del Rey nuestro Señor,
y de Gobierno (sic) del Consejo
Certifico que habiéndose visto por los
señores en él, el Libro intitulado Conduchos de Navidad, su autor Francisco Martínez
Montiño, Cocinero Mayor del Rey, que con licencia la sido impreso le tasaron a
seis maravedis (sic) cada pliego, a cuyo precio, y no a más se vendiese, y que
esta certificación se ponga al principio de cada libro, para que se sepa el a
que precio se ha de vender, salvo que estuviere encuadernado. Y para que conste
lo firmo en Madrid a 3 septiembre de 1585.
Don Juan de Peyuelas
PRO=
El libro es de suma importancia
gastronómica. Se hizo una edición facsímile en abril de 1959 a cargo del entonces abogado y amante de los
fogones José Guardiola Ortiz y a expensas del Ayuntamiento de Alicante, que
entonces presidía Agatángelo Soler. Esa edición estaba agotada y se hizo otra
en 2012. La segunda parte del libro lo tituló “Gastronomía alicantina”. En el
prólogo se cuenta que “aprovechando el pretexto de la llegada a Alicante de una
embajada japonesa, en tiempos de Felipe II, y de los agasajos y homenajes que
en nuestra ciudad recibieron tan exóticos visitantes, convierte en autor del
libro al cocinero mayor de tan austero rey, llamado Francisco Martínez Montiño.
Con tal argucia, Guardiola, en un castellano rancio e insuperable, compone la
obra, y la dota de cuantas ‘aprobaciones’ y ‘licencias’ fueron necesarias,
dedicando a ‘obtenerlas’ el tiempo que transcurre desde el quince de Julio de
1.585 al tres de Septiembre del mismo año. Que ya, en aquella época, empezaban
las dificultades”. Recomiendo su lectura.
martes, 21 de octubre de 2014
Hay que irse acostumbrando

Sistema moribundo

“Él y otros como él son los directos
responsables de la deriva comatosa, el camino de perdición que a partir de
primeros de los noventa ha recorrido nuestro sistema político, devenido en una
triste cloaca donde chapotea toda corrupción imaginable. Solo había en ellos
espejo para el dinero, alma para su firme determinación de enriquecerse, su querencia a pagar favores con favores,
a confundir lo público con lo privado, a caminar por el lado oscuro de la ley,
a dar la espalda a las necesidades a largo plazo de un país que, tras la
pobreza vivida de siglos, tras los siglos de borbónicas incurias, hubiera
necesitado de la exquisita honradez de unas élites ejemplares para pavimentar
con solidez su camino hacia el futuro. No fue así, no ha sido así y por
eso estamos aquí. "De
todas las historias de la
Historia / sin duda la más triste es la de España / porque
termina mal" (Jaime Gil de Biedma).
Da pena escuchar eso. El tema de
las tarjetas opacas de Cajamadrid sólo
es un caso más de lo que acaece en España. Rato salió del FMI sorpresivamente,
sin dar tiempo a la reacción. Pasó algo parecido con Juan Carlos I, donde desde
el Gobierno y la “presa del pesebre” rebozaron esa “espantada súbita” con el
pan rallado de que el Rey “tenía pensada su abdicación desde principios de
año”. Nadie con dos dedos de frente se lo creyó. Y lo primero que se le ocurrió
hacer Rajoy, sin que la ciudadanía se lo pidiese y antes de que el nuevo
rey fuese coronado, fue aforar al
rey saliente por procedimiento de
urgencia y con carácter retroactivo el domigo, 13 de julio (BOE, 12 de julio)
mediante un artículo en el que se establecía que las posibles causas civiles y
penales que pudieran entablarse contra el rey después de su abdicación de
dirimirían en el Tribunal Supremo, “atendiendo a la dignidad de la figura de
quien ha sido el Rey de España, así como al tratamiento dispensado a los
titulares de otras magistraturas y poderes del Estado”. El pusilánime Rajoy ya
podía respirar tranquilo tras haber dado en el chiste con esa “extravagancia
jurídica” por el carácter retroactivo de tal privilegio. Y, colorín, colorado, se cerró un aforamiento
exprés y total de Juan Carlos en el
Congreso, en sesión extraordinaria y sólo con el voto del PP, de los dos
diputados de UPN y Foro de Asturias. ¡Oh, que lindo¡ España puede ser
republicana o monárquica, o mitad y mitad, pero lo que no se puede consentir de
ninguna de las maneras es que Urdangarín,
yerno del rey, o Spottorno, jefe de la Casa Real, estén
presentes en el juego de la corrupción, cuando su probidad debería haber sido
exquisita en un país donde existen seis millones de ciudadanos desempleados y
donde los datos de Cáritas ponen los pelos de punta.
lunes, 20 de octubre de 2014
Falta vergüenza torera

domingo, 19 de octubre de 2014
Cayetano García en el recuerdo
sábado, 18 de octubre de 2014
El rollo enmascarado

viernes, 17 de octubre de 2014
Elogio del gorrilla

jueves, 16 de octubre de 2014
Negociado de ideas

Elena Francis al difumino

“El primero que se atrevió a “desnudar” a
Elena Francis fue Gerard Imbert en su libro ‘Elena Francis, un consultorio para
la transición’ (1982): El consultorio radiofónico de Elena Francis no es más
que un simulacro, un fetiche; pero se trata de un simulacro en el que en
realidad no existe ni siquiera estafa. Elena Francis es su voz simplemente, una
voz hecha carne que no necesita de encarnación personal. Existe realmente,
socialmente, como representación ideológica, como hecho del lenguaje. Y no se
puede hablar en este caso de una usurpación de identidad, sino de una creación
ficticia de identidad. El consultorio se desarrollaba en un marco de claras
connotaciones nacional-católicas y de defensa de una imagen tradicional de la
mujer. Aunque supuestamente Francisca Elena Bes era la que atendía inicialmente
las respuestas, la realidad es que el consultorio de Elena Francis era un
programa patrocinado por una empresa cuyo objetivo era la venta de sus
productos. Las respuestas a las cartas estaban escritas por el equipo de
guionistas de Radio Barcelona. El halo de misterio que rodeó siempre al personaje
de Elena Francis perduró hasta sus últimos años de emisión, misterio al que los
responsables del programa también colaboraban con un pacto de silencio respecto
a la verdadera identidad del personaje".
¿Y por qué cuento yo todo eso?
¿Por nostalgia? No. Lo que sucede es que he leído en La
Vanguardia que el pasado lunes, 13 de octubre, murió Roser Cavallé (Rosario Caballé)
locutora y actriz de doblaje que fue la voz de Elena Francis durante 16 años.
Descanse en paz.
(Fuentes: Blog “El medio sonoro”, y el libro “Querida
Elena Francis”, del crítico taurino Juan
Soto Viñolo (Grijalbo, 1995) sin cuyas ayudas hubiese resultado harto
trabajoso conseguir la necesaria información).
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