Verán ustedes: el pasado día 27
se agosto, en mi trabajo “Rayas y
estrellas” hacía referencia a otro trabajo mío de días anteriores,
concretamente del 18 de agosto, “Elogio del traje de mil rayas”, en el
que terminaba diciendo que “es necesario recuperar lo antiguo, también en la
forma de ataviarnos, en un intento no sé si vano de perseguir hasta encontrar
el camino inverso a nuestra particular desolación”. Lo que la primera vez no
sabía es que Zara acababa de
descatalogar una prenda de sus tiendas que para los israelíes evocaba
la estrella de David. La empresa de Amancio Ortega decidió retirarla del mercado no sin
antes dejar claro que tal estrella “evocaba
la placa de un sheriff del Lejano Oeste”. Pero aquello no había sido por
casualidad., puesto que había antecedentes. Ya en 2007 esa empresa, Inditex, se había visto obligada a
retirar del mercado un bolso que llevaba entre sus dibujos una esvástica verde.
Pues bien, ahora existe una blusa, en este caso de Mango, empresa presidida por Isak
Andic (que curiosamente procede de familia hebrea sefardí), que molesta a
los alemanes. Y con razón. Se trata de la “blusa-SS”,
tal como se la define en las redes sociales, que recuerda a las insignias de
las Schutzstaffel, aquellas temidas
tropas de asalto nazis que vestían de color bruno y portaban en la gorra de
visera de su uniforme una calavera. A Isak Andic quiero suponer que alguien, no
importa quién, le ha metido un gol por toda la escuadra.
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