El gato en el talego

Ya perdonarán los lectores la comparanza, pero Brieva, que es una cárcel de mujeres, alberga ahora a un solo prisionero, Iñaki Urdangarín, de la misma manera que antes y durante 10 años albergó a Luis Roldán. Y esa soledad se me antoja comparable a la prisión berlinesa de Spandau, que tras la Segunda Guerra Mundial  y como centro penitenciario militar “hospedó” a siete condenados nazis sentenciados en el Juicio de Núremberg. Esos prisioneros eran  Schirach,  Dönitz,   Frehierr, Raeder,  Speer, Funk  y  Hess, este ultimo lugarteniente de Hitler hasta 1941. De los tres condenados a cadena perpetua, dos de ellos, Raeder y Funk, fueron puestos anticipadamente en libertad por cuestiones de salud. Ambos fallecieron en 1960. El problema para Rudolf Hess llegó cuando se quedó en absoluta soledad en aquella prisión de ladrillo rojo y aspecto medieval.  Jamás se le concedió la libertad por razones humanitarias. Se negaron a ellos rusos y británicos. El 17 de agosto de 1987 apareció muerto por ahorcamiento con un  cable eléctrico. Oficialmente se habló de suicidio. Tenía 93 años y 41 de ellos los pasó preso. Posteriormente aquella prisión fue demolida. Parece poco creíble que Hess se suicidase en un descuido de sus vigilantes cuando tenía más de 600 soldados aliados dedicados a su custodia. Pues bien, en unas declaraciones, Luis Roldán comentó que lo pasó muy mal en la prisión de Brieva por la absoluta soledad, que no salía nunca al patio y que acabó necesitando la ayuda de sicólogos. Esa misma celda que ocupó Roldán la ocupa ahora Urdangarín, cuñado del jefe del Estado. Se trata de un módulo especial, una nave inmensa con cocina, comedor, aseos y sala de vis a vis, donde se encuentra su celda. Por aquella cárcel, en el pabellón de mujeres, pasó Idoia López Riaño, “La Tigresa”, responsable de 23 asesinatos siendo militante de ETA; Isabel García Marcos, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella, condenada por el caso Malaya; y Samira Yerou, yihadista, que cumplía condena de 5 años y terminó suicidándose por ahorcamiento en el módulo azul de respeto.