Ahora
a Sánchez le toca nombrar ministros.
Parece que hay tipos que podrían dar juego pero sienten un gran temor a aceptar.
Padecen el “síndrome de Escolano”. El
ministro zaragozano Román Escolano
sustituyó a De Guindos y sólo ha
permanecido en el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad 85 días,
sólo superado por José Luis García
Ferrero, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en el último Gobierno
de UCD y que sólo permaneció en el cargo 81 días. Pero Escolano debe saber que
hubo otro aragonés con un recorrido más
corto que el suyo y que el de García Ferrero. El oscense Alejandro Oliván Borruel sólo estuvo mes y medio al frente del Ministerio
de Marina durante el gabinete de Carlos
Martínez de Irujo, entre el 15 de
febrero y el 28 de marzo de 1847. Pues bien, Escolano, siendo asesor de Aznar, ya convenció en su día a éste
para aprobar una Ley de Estabilidad
Presupuestaria (parecida a la existente tras la reforma del artículo 135 de la Constitución y que
tanto daño ha hecho a los ciudadanos). Además de ello, Escolano estuvo
vinculado de alguna manera con la creación del Fondo de Reserva de las Pensiones, la famosa “hucha” que casi vació
el presidente saliente. Entre las tareas que le había encomendado Rajoy al nuevo ministro estaba la
privatización del 60% del capital de Bankia,
una operación en la que el Estado se juega recuperar todo o parte de los 22.424
millones colocados en ese banco; la última oportunidad para rebajar la factura
del rescate bancario, es decir, de esos 45.000 millones a todas luces perdidos.
Pero Escolano pasó por el ministerio como un cometa, la banca se ha puesto de
perfil y Sánchez tiene por delante un hueso duro de roer. El gafado Escolano
había dejado de percibir un sueldo de 277.000 euros anuales como vicepresidente
del Banco Europeo de Inversiones para
ser ministro y, lo que es peor, ya no parece que sea posible volver a su puesto
anterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario