José María Cerralbo Benedí

Un tal José María Cerralbo Benedí, al que no tengo el gusto de conocer, se enfada conmigo en Facebook a propósito de haber dicho yo textualmente que “Rajoy no ha sido nunca presidente de España sino presidente del Gobierno,  en este país todavía no ha llegado la III República”, y dice sobre mi persona: “Quisquilloso y a la vez bocazas. Como os joroba cuando la derecha actúa bien.” No es que me importe quién es este tipo, pero ha sido fácil saberlo. Sólo he tenido que poner su nombre en el ordenador. Pues bien, ese tal José María Cerralbo Benedí es un canónigo, deán del Cabildo Catedralicio de Tarazona que fue, no sé si sigue siéndolo todavía, director del Colegio Diocesano de la Sagrada Familia, de Tarazona,  y que el 30 de marzo de 2012 recibió de manos de la entonces presidenta de la DGA, Luisa Fernanda Rudi, la Cruz José de Calasanz al mérito educativo por los 50 años de servicios prestados (Diario de Tarazona, 09/04/12). También sé por la prensa que la jueza que instruía la “Operación Espino” (por la que estuvo en prisión el párroco de Borja Florencio Garcés.) llamó a declarar al obispo de la Diócesis, Eusebio Hernández , al vicario Esteban Aranaz, a José María Cerralbo Benedí, ecónomo y responsable de las cuentas del Obispado, y a un sacerdote de Ainzón. (M. A. Coloma. Heraldo de Aragón, 09/12/13).  Como puede comprobarse,  José María Cerralbo Benedí es un hombre público que debería ser respetable y respetado.  Pero ese cura, además de miembro del Cabildo Metropolitano Turiasonense es un faltón, que me ha llamado en Facebook  “quisquilloso” y “bocazas” de forma gratuita y sin venir a cuento. Y eso no se lo tolero a ese clérigo de ninguna de las maneras. Me importa un rábano si es deán catedralicio, si ha recibido una medalla al mérito educativo por parte de la peor presidenta que tuvo Aragón, o si mea en arco. La educación, de la que él carece, es un importante motor de desarrollo sostenible, no cabe duda. Pero mejor aún si esa educación es laica y sin adoctrinamientos católicos. Rajoy ya no es ni presidente del Gobierno, lo que quiere decir que vamos progresando adecuadamente.