Que
la víspera del cuadragésimo tercer aniversario de la muerte de Francisco
Franco se haya colocado a la Virgen
del Pilar un manto con las cinco flechas de Falange Española “es un error”
según el deán catedralicio y ha pedido perdón por ello. Según leo en Heraldo de Aragón, ”se trata de un acto rutinario y sin ningún
tipo de malicia”. Y ha añadido Francisco
Martínez, que tal es el nombre del deán catedralicio, que “ha sido decisión
de una persona y que en ningún caso había dado autorización para colocarlo". No
sé, aquí algo huele a chamusquina. Si el deseo del deán es no colocar nunca ese
manto, supongo que por respeto a la Ley
de la Memoria Histórica, lo normal sería que se hubiese destruido para
evitar confusiones. Ya en 2015 colocaron otro manto a la Virgen que había sido
donado por la Hermandad de la División Azul con el añadido de una cruz de
hierro. ¿También fue un error? A mi entender, no. Por cierto, bueno sería que desaparecieran del templo las dos “milagrosas”
bombas colgadas en la pared y que nada ayudan a la concordia entre españoles. Tonterías,
las justas. No se puede ni se debe convertir la basílica zaragozana en una prolongación
de ese adefesio de museo instalado en el Alcázar de Toledo a mayor gloria de un sátrapa.
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