Cuando
se señala, como señala la prensa, que “el fiscal pide 4 años y 10 meses de
cárcel a un hombre por robar un bocadillo en una panadería”, la noticia parece
exagerada. Nadie debe ser encarcelado cuando existe una necesidad acuciante en una
quebrada existencia. Es lo que se denomina como hurto famélico. La noticia,
para que sea veraz, debe darse dentro de su contexto. En la noticia, digo,
sería necesario señalar con el mismo tipo y tamaño de letra que “al reo se le
acusa de un delito de robo con violencia e intimidación y uso de arma”. Tal es
el hecho real que aconteció en Barcelona el pasado 26 de marzo. Es parecido a
lo que sucede cuando a alguien se le mete en prisión, según algunos titulares,
por sustraer una bicicleta. Sí, en efecto, por robar una bicicleta y por tener otros
actos delictivos acumulados en su expediente. Del mismo modo que una coma mal
puesta puede cambiar el contenido de una frase, una noticia truncada o sacada
de su contexto puede confundir al lector.
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