domingo, 23 de octubre de 2022

Todos contra las cuerdas

 


Me preocupa algo que hoy señala El País:”Las subidas de la factura de la luz, los alquileres y las deudas ponen contra las cuerdas a tiendas de proximidad”. A mi entender, lo que sucede con esas pequeñas tiendas de prendas de vestir, ferreterías, carnicerías, ultramarinos, zapaterías, etcétera, es que tienen los días contados desde hace ya mucho tiempo. Hoy la gente prefiere ir directamente a las grandes superficies o hacer sus pedidos por Internet. Los únicos negocios que continuarán vivos serán los de hostelería, si es que se pueden denominar hosteleros a aquellos tipos que no saben nada de ese negocio; y que, por encontrarse en el paro o por otras razones se han hecho con el traspaso de bar de barrio donde el dueño cesaba por jubilación o enfermedad, mal iluminado, con servilletas de papel por el suelo, cervezas servidas sin vaso, unos excusados sucios y camareros de mesas mal afeitados, vestidos con camisa y pantalón negros como aquellos limpiabotas de los años 50, que ven como algo normal el uso del tuteo aunque no te conozcan de nada y el desconocimiento en el uso de la bandeja en los servicios de terrazas. Esos locales inmundos siempre seguirán abiertos a un público variopinto y gritón, siempre el mismo, aunque haya un bombardeo con drones iraníes a quinientos metros de distancia. Los españoles, ya lo he contado en otras ocasiones, utilizan el bar como su segundo cuarto de estar. El bar está inserto en los genes del español, como la envidia, la compra de voluntades, el blanqueamiento de capitales, el desprecio ciudadano, el endeudamiento enloquecido, el fútbol y el bocadillo de calamares. España, no hay que olvidarlo, es un país que tiene más políticos a sueldo que Francia, Alemania y Gran Bretaña juntos, y una deuda pública (1,47 billones de euros) que se nos come por los pies. Como digo, aquí se da la paradoja de que, presuntamente, el mayor burlador del Fisco ha sido el anterior Jefe del Estado seguido de los políticos, y donde se están “cargando” con un veneno lento la Sanidad pública en beneficio de la privada y la Enseñanza pública en beneficio de la concertada. Así, mal se puede pedir a la ciudadanía desde las Instituciones que sea responsable a la hora de hacer la Declaración de la Renta o de depositar su voto en los comicios. Si el grueso de la carga de la deuda descontrolada  la soportan las nóminas de los trabajadores y en menor medida las rentas de capital, vamos listos. Debería ser al revés. El triunfo de la filo fascista Giorgia Meloni en Italia con la herramienta de sus mensajes incendiarios puede dar idea de hacia dónde vamos los europeos. La Historia reciente nos demuestra que la izquierda desesperada siempre busca abrigo en el fascismo a la hora de ejercer su derecho a voto. Por cierto, su padre, Francesco Meloni, fue condenado a nueve años de cárcel por la Audiencia Provincial de Palma en septiembre de 1996 por el delito de tráfico de drogas, y a sus dos hijos y a uno de su yernos les condenaron a cuatro. Meloni, tras arruinarse con su restaurante “Marqués de Oristano”, en la isla de La Gomera, aceptó en 1995 el encargo marroquí de poder ganar unos cincuenta millones de las antiguas pesetas por el transporte de la droga desde Marruecos hasta Italia. Pero la droga transportada en el velero “Cool Star” (1.500 kilos de hachís y una importante suma de dinero) fue descubierta por los servicios aduaneros españoles.

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