Eso de “salir en los papeles” tiene su intríngulis. Un conocido mío, cesante y vecino de Pozalmuro,
en la diócesis de El Burgo de Osma, suele contarme cuando salimos a cazar
avechuchos cosas de gran utilidad. Según éste, sólo es importante el que sale
en los papeles por el motivo que sea. Exceptúa con respeto y consideración
aquellos cuyo nombre a aparece en las esquelas mortuorias. Yo no acabo de estar
de acuerdo con sus teorías, pero le escucho como un confesor. En los papeles salen
muchos nombres a colación, pero casi nunca aparecen los tontos. Éstos suelen
andar ocupados en ver cómo trabaja el prójimo, o escuchando cómo se explican
los listos. Ya lo decía Unamuno:
“Los tontos de remate no han dicho nunca tonterías”. Al señor Pedroño, que así se llama ese amigo de
la parte de Soria, le podría demostrar que
existen tontos que hacen tontear y tontos catalogados en su día por el
maestro Cela. Por ejemplo: Antoniano, “al que se le cocieron los
sesos como chicharrones”, pertenece a los llamados tontos de secano; Caramillado, “que ama silbar, pasear,
sentarse entre sol y sombra, chupar polos de anís y columpiarse en el badajo de
la campana”, perteneciente a los llamados tontos inflagaitas; los hermanos Lolo y Lalo, “que van por libre por ser de buena posición. Aman las pompas
y vanidades, los búcaros, los espejos, las flores de papel, las flores de
trapo, las flores de plexiglás, las cornucopias, los landós y los bustos de
maniquí”; Pepito Chueca, “que
soplando con una hoja de encina imita el canto de la perdiz”, pertenece a los
llamados tontos papatundas; Conradito,
“que sabe rascarse a contrapelo, a contramano y a la contra”, es de los
llamados tontos apañacolillas; Luisito
Pérez, “que pega secos capones a los niños, pesca el pez con el esparavel,
saca la lengua al cura y se mea en la fuente”, es de los llamados tonto
cagaleches, etcétera. A señor Pedroño, cesante y vecino de Pozalmuro, le gusta
leer el papel los domingos y fiestas de guardar, Los días laborables anda muy
ocupado recargando cartuchos de escopeta, poniendo cepos y viendo cómo trabajan
los demás. Sueña con salir un día en los papeles, para poder sentirse
importante y realizado. Nunca pierde la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario