No voy a escribir hoy sobre “Los de Aragón”, en referencia a la zarzuela en un acto y cuatro
cuadros con libreto de Juan José Lorente
y música de José Serrano: “Agüita que corre al mar/ atrás no puede
volver”. Hoy voy a referirme a la
auditoría practicada en el Ayuntamiento de Zaragoza, ordenada por Pedro Santisteve, que acaba de descubrir una deuda oculta de 110
millones de euros sin consignación presupuestaria. ¡Átame esa mosca por el
rabo! Entiendo que algo debería decir al respecto el anterior alcalde Juan Alberto Belloch, que ha vuelto a
lo suyo, a administrar justicia. Jo, qué miedo. “Palomica aragonesa, / no dejes tu palomar…”. Ya veremos lo que
sale debajo de las alfombras de la DGA.
Según leo en Heraldo de
Aragón, “el PSOE espera que la auditoría no sea una excusa para subir la
presión fiscal en Zaragoza”. Hombre, ya me contarán los socialistas, o Javier Trívez, portavoz de Economía de
ese partido, cómo se consigue ese dinero sin subir las tasas municipales. A ese
tal Trívez se le debería caer la cara de vergüenza. En otro orden de cosas, el
pasado día 3, en mi chat “Un
keinesiano despropósito”, comentaba el Plan
Extraordinario de Apoyo al Empleo auspiciado por la Diputación Provincial
de Zaragoza, a fin de que determinados pueblos de la provincia puedan contratar
mano de obra temporal por intentar paliar de alguna manera la crisis del paro.
Esto ya no es el Plan E de Zapatero, sino el “plan con plan,
comida de tontos”. Y a propósito de ello, comentaba en aquel chat que “el ayuntamiento de Paracuellos de la Ribera no quiere que
nadie le acuse de adjudicar puestos a
dedo. Ya le ha pasado una vez este año y tuvo que despedir a su peón de limpieza viaria y repetir la
convocatoria. Ahora pretende que nadie ponga en duda la objetividad de sus
criterios de selección y por eso ha ideado un infalible sistema para
seleccionar al nuevo: una demostración de habilidades en la plaza de España del
pueblo. La prueba que más expectación despierta entre los vecinos es sin duda
la del carrito de la limpieza.
Los aspirantes tendrán un tiempo límite para introducir en él algunas escobas y
herramientas y a continuación tendrán que empujarlo por un recorrido y superar
algunos desniveles sin que se les caiga nada al suelo. Un jurado compuesto por
tres personas evaluará la prueba. Completar el recorrido sin incidentes
computará un punto, cada herramienta caída restará 0,5 y tardar más tiempo del
debido, hará que no puntúe”. Pero aquella alcaldada no gustó entre el
vecindario. Y hoy, que el calendario celebra la fiesta de setenta vírgenes, me
entero de que ese Ayuntamiento ha decidido modificar los
criterios de selección del nuevo peón de limpieza viaria
y eliminar la prueba de conducción del carro de la limpieza por la plaza
del pueblo para evitar un ‘circo mediático’ que afectase a la dignidad de los
participantes”. Ángel Ramón Roy Raga,
actual alcalde del PAR, ha tenido que poner la marcha atrás a sus maniobras
para evitar una sublevación vecinal al estilo del motín contra Esquilache. La foto que hoy añado corresponde
a la estación de Fc. “Paracuellos-Saviñán”,
ya remodelada, inaugurada el 25 de mayo de 1863 y edificada por la Compañía MZA. Se encuentra a 462 metros de altitud,
según el nivel del Mediterráneo en Alicante, en el punto kilométrico 257’8 y es de ancho ibérico. Ha desaparecido
la placa ovalada del Instituto Geográfico y Estadístico, el reloj, la caseta de
cambio de agujas adosada a la estación y la campanilla. En la actualidad es
apeadero y pertenece a Adif desde el
31 de diciembre de 2004. Quizás hubiese quedado mejor una foto del
Ayuntamiento, que también dispongo de ella, pero he preferido plasmar la imagen
de esa Estación por los recuerdos que conservo.
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