El próximo día 22 de septiembre hará dos años que murió en
Dos Hermanas (Sevilla) Adelaida García
Morales, autora de la novela corta El
Sur, y guionista de la película dirigida por el que fuese su marido Víctor Erice. La película se rodó en Ezcaray (La Rioja), en Madrid, en
Vitoria y en Logroño. Así, los exteriores del Gran Hotel corresponden al de Logroño y el Hospital Provincial, donde trabaja de médico Agustín, corresponde al edificio de la Beneficencia,
también de Logroño. El falso Cine Arcadia
que aparece en la película es en realidad del Cinema Vesa, de Vitoria, hoy convertido en galería comercial. La
casa “La gaviota” situada en las
afueras de una ciudad se corresponden con un chalé de Valgañón (cerca de Santo
Domingo de la Calzada).
En realidad, el chalé se llama Villa
Carmen. La carretera próxima tiene a los lados hileras con castaños de
indias. Por esa carretera pasó en 2012 la Vuelta
Ciclista a España.
También existen escenas tomadas en Estella (Navarra); Zamora, a la que
corresponde un plano general de la ciudad al atardecer; y El Escorial, en cuyo Hotel Felipe II tuvo lugar el pasodoble
de la comunión de la niña. Y es el Madrid, en el Café Barbieri, en el barrio de Lavapiés (esquina de la calle del Ave
María con la travesía de la
Primavera) donde Agustín escribe a su recordada Irene Ríos. El Café Barbieri se fundó
en 1902 y sigue conservando la musa Erato,
los divanes y las mesas de mármol. En ese café se suministraban comidas a
domicilio y en muchas ocasiones no se devolvían los cubiertos, que más tarde
aparecían a la venta en algún puesto de El Rastro. M.R.Giménez, comentaba en su blog “Antiguos cafés de Madrid y otras cosas de la Villa” lo siguiente: “En
mayo del año 1911, y bajo el epígrafe de “Las hazañas de un cojo” varios
periódicos relataron la historia de un hombre que renqueaba lastimosamente y
alquiló un coche en la plaza de Antón Martín. Durante una hora anduvo dando
vueltas por Madrid sin destino aparente, hasta que mandó parar al cochero
frente al número 10 de la calle de la Esperanza lugar donde vivía un pariente suyo, al
parecer. El hombre subió a la casa, saludó a su pariente y envió a la criada al
café de Barbieri a por dos cafés y ocho huevos fritos con tomate.
Tras ingerir la pitanza ordenó a su familiar que abonase la cuenta, ya que él
no disponía de dinero. Al negarse éste, el hombre insultó y agredió al dueño de
la casa saltando por el balcón
abierto, con mucha agilidad, ante el pasmo de la familia. En la cercana
calle del Ave María fue detenido y conducido a la comisaría del Centro, acusado
de estafa por valor de 65 pesetas. Ni el cochero ni el café de Barbieri
consiguieron cobrar el importe de sus cuentas pendientes”. Estos días, Elvira Navarro (Huelva, 1978) saca a la
luz su libro “Los últimos días de
Adelaida García Morales” donde demuestra que “España está orgullosa de su
ignorancia”, tal y como ha declarado al diario El Español. Seguro que tendrá un éxito de ventas.
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