Leer la prensa local por la mañana es como asistir a una
función del teatro del absurdo, término que acuñó Martin Esslin, donde la trama no va a ninguna parte. Así, hoy, día
de san Mateo y último de verano, el
diario Heraldo de Aragón señala
noticias como estas: “Los colegios con jornada continua se quedan sin conserje
por las tardes”; el exdirector de la Guardia
Civil, Luis Roldán,
ha declarado al referirse al filme El
hombre de las mil caras que “no voy a ir a ver la película sobre Paesa ni pienso hacerle publicidad”;
“ingresa en prisión un vecino de Zaragoza sobre el que pesaba orden de
detención”; etcétera. Ya se sabe que lo que no se puede hacer, es imposible y
que con lo evidente no se despejan dudas ni se teme cometer una equivocación.
Es evidente, por lo tanto, que si los colegios practican jornada continuada,
los bedeles (ahora les dicen conserjes) por las tardes pueden dedicar su tiempo
libre a hacer crucigramas o a confeccionar tulipas, que Roldán no quiera a
aparecer en los cines como si fuese la mujer barbuda en un espectáculo
circense, y que ingrese en prisión tras ser detenido alguien que está en busca
y captura. En resumen, es noticia que el dueño muerda a su perro y no a la
inversa. En El Periódico de Aragón,
el otro diario que se publica en Zaragoza, he podido leer: “El PP exige a Santisteve cambiar las banderas
oficiales antes del Pilar”. Escrito así, uno entiende con estupor que hay que
sustituir antes de las fiestas patronales las bandera de España, de Zaragoza y de la Unión Europea existentes en el
balcón del Ayuntamiento por otras distintas que el lector desconoce. Pero
viendo in situ las banderas que luce
el Consistorio se sale de dudas. Se comprende que hay que cambiarlas por otras
iguales, pero nuevas, por estar las actuales hechas jirones. Y así todo.
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