Hoy Antonio Burgos, en ABC de Sevilla,
sostiene que “sin necesidad de pacto, Sánchez le está haciendo gratis la
campaña a Vox, cegado por su ego”. Independientemente de que el cálculo
proporcional de la Ley D'Hont es de difícil entendimiento para algunos, Pedro Sánchez es conocedor de que “hacerle gratis” (como dice
Burgos) la campaña electoral al partido de ultraderecha le conviene al Partido
Socialista, sabedor éste de que los votos que “se trasvasen” del Partido
Popular Hacia Vox llegarán de ciudadanos desencantados
(por la exhumación de Franco, o por
las sentencias del Tribunal Supremo contra un ramillete de catalanes, por
ejemplo) y que votaban a un partido político que hasta hace poco integraba a
casi toda la derecha. Sostiene Burgos que “Vox sube porque no es normal la rara
unanimidad del Tribunal Supremo al hacerle caso a la Abogacía del Estado y no a
la Fiscalía en su sentencia contra los responsables del intento de
independencia catalana por sedición y no por rebeldía”. ¡Chupa del frasco!
Sostiene Burgos que “Vox sube porque no es normal la que han organizado
demagógicamente con la exhumación de Franco, que prometieron hacer en la
intimidad y no en un circo mediático”. Y Burgos sostiene que “no acaban de
exhumar a Franco cuando ya quieren sacar de su tumba y mover de sitio a José Antonio Primo de Rivera, fusilado
por sus correligionarios en Alicante, y sacar a Queipo de Llano de la basílica de una Esperanza Macarena que no la
quemaron en su iglesia en san Gil en 1936 porque la escondieron en un cajón”.
Que yo sepa, el Ejecutivo no se ha manifestado sobre el lugar preferente que en
una iglesia sevillana se encuentran los esqueletos de un militar golpista que
tiene en su haber muchos asesinatos y los de su esposa. Es la jerarquía de la Iglesia
Católica la que, en todo caso, debe decidir en ese sentido, en el supuesto caso
de que la Macarena haya sido inmatriculada como de propiedad de la Iglesia, como ya ha hecho
vergonzosamente con miles de inmuebles en el Registro de la Propiedad al amparo
de una ley de 1998 que debería ser revisada. Nada tiene que ver, por tanto, con
los restos de Franco, hasta ahora depositados en un suelo propiedad de
Patrimonio Nacional, como es el Valle de los Caídos. Por otro lado, mover de sitio preferente
dentro de la cripta los restos del fundador de Falange Española parece necesario.
Primo de Rivera fue fusilado en 1936 en Alicante acusado de rebelión militar contra
la Segunda República tras ser juzgado y condenado. Es decir, que su ejecución
fue legal de conformidad con las leyes entonces en vigor. Norberto Pico, jefe nacional de Falange Española de las JONS, fue
más lejos todavía en unas recientes declaraciones, donde rizando el rizo de los despropósitos, abrió la
posibilidad de exhumar al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, enterrado en el claustro de la catedral de Ávila,
por haber sido ministro secretario general del Movimiento durante las
postrimerías del franquismo. Uno puede escribir lo que le venga en gana y nadie
prohíbe a Antonio Burgos que dé rienda suelta a su pluma. Pero decir una sarta
de insensateces, como es el caso en su artículo de hoy, (“¿Por qué sube Vox?”), degrada tanto al articulista que lo
redacta y lo envía a la redacción del medio informativo como a la empresa que
lo publica, en este caso Vocento. Se
acerca san Martín. Por asociación de
ideas, recuerdo lo que decía un fraile agustino, en referencia a la muerte de
cerdos al modo en cómo se hacía en los pueblos y aldeas, (sujetos por ganchos y por varios hombres
hasta desangrarlo sobre un banco de madera), que “tanto peca el que mata como
el que tira de la pata”.
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