sábado, 20 de agosto de 2022

La docena del fraile

Por José Martínez de Sousa supe lo que era la docena del fraile, consistente en trece cosas en vez de doce. Martínez de Sousa hacía referencia a un  fraile mendicante que entró en una tienda para comprar una docena de huevos. Le dijo a la tendera: “Como son para distintas personas, póngamelos separados de la siguiente manera: media docena, para el padre prior; un tercio de docena, para el padre guardián, y para mí que soy más pobre, un cuarto de docena”. Pero la suma total era igual a 13 huevos y a la tendera no le salían las cuentas. En ese sentido, Cristino Álvarez, más conocido como Caius Apicius, periodista y crítico gastronómico fallecido en Madrid en enero de 2018, contaba la siguiente anécdota: En octubre de 1846 llegó a España, en un viaje desde Paris hata Cádiz, Alejandro Dumas para oficiar de cronista en una boda doble: la de Antonio de Orleans con la infanta María Luisa y la de Isabel II con su primo Francisco de Asís de Borbón. A Dumas le acompañaba su hijo, además del pintor Louis Boulanger, el poeta Auguste Maquet, Eugene Giraud y un criado. Durante el largo trayecto hicieron parada y fonda en Vitoria, donde pudieron degustar el famoso cocido vitoriano, pero Dumas se quedó con hambre y no dudó en pedir a la dueña de la posada el primer plato que figuraba en la minuta del desayuno: un par de huevos. Al pedírselos a la posadera, ésta preguntó: “¿Para fraile o para seglar?”. Dumas, extrañado, le preguntó por la diferencia. Entonces la hospedera le aclaró: “Un par de huevos para fraile se compone de tres huevos, para seglar se compone de dos”. Según el “Breviario del cocido”, de José Esteban (1824-1895), el cocido vasco, rebautizado como cocido vitoriano, ya casi ha caído en el olvido. Constaba de 3 pucheros: uno para los garbanzos, otro para las alubias y el último para la verdura. Los garbanzos llevaba zancarrón y gallina; las alubias, tocino y huesos salados; y las verduras (berzas), longaniza. De las tres ollas se tomaba el caldo para hacer la sopa. La carne del cocido se colocaba en la mesa en fuente separada con una fritada de tomates y pimientos.

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