El "dinámico"

 

Cada vez que veo películas en blanco y negro de la década de los 50 en Televisión Española la noche de los viernes me doy cuenta de cómo ha cambiado España en los últimos setenta años. “Bienvenido Mr. Marshall”, “Muerte de un ciclista”, “Balarrasa”, “Once pares de botas”, “El pisito”, “El verdugo”, etcétera, son solo algunos ejemplos de lo que señalo. En España se vivía mal, no había de nada, y el cine reflejaba nuestras carencias. El ciudadano aspiraba a dejar de ser realquilado; a hacerse con un pisito en la periferia que no fuera muy caro y, de esa guisa, poder abandonar la oscura y triste casa compartida con derecho a cocina; a poder liquidar la factura del sastre; a saborear un trozo de pollo cuando era invitado a una boda; a entretenerse en anotar en el “super dinámico” los partidos de fútbol… Fue en 1949 cuando Tomás Tocino García (en la foto), dueño de una pequeña imprenta en Zaragoza, “Imprenta Rápida” (fundada en 1940), puso en el mercado una pequeña libretilla de bolsillo en la que se podían anotar todos los resultados de los partidos de Primera División, los del grupo primero de Segunda y el segundo grupo de Tercera. Era el llamado “dinámico sencillo”, que tuvo una gran aceptación, llegando a vender unas 300.000 copias en España. Curiosamente, hace unos diez o doce años acudí a la empresa zaragozana  “Tornillera Aragonesa”, fundada en 1977 por José Luis Abenia, por un mandado. Y fue allí donde me regalaron un “dinámico”, el último “dinámico” que cayó en mis manos. Tomás Tocino García fue, además de impresor, el fundador del Centro Gallego de Zaragoza. Aunque era castellano de nacimiento, pasó gran parte de su infancia en Villagarcía de Arosa y de su juventud en Vigo. Llegó a Zaragoza poco después de la guerra. Al poco de llegar convenció a un jefe de Policía para hacer todos los impresos oficiales de su departamento. Ya casi al final de su vida de trabajo ideó una ficha laboral de control que, según aseguraba, “es mejor que lo que pueda reflejarse en ordenadores”. Falleció en Vigo el 3 de septiembre de 1996 a los 84 años de edad e incinerado al día siguiente en el tanatorio de Pereiró.