viernes, 9 de abril de 2010

Los bramidos del búnker

La caverna debería leer un editorial que The New York Times dedica hoy, 9 de abril, al juez Garzón, tildando de injusto su procesamiento. Entre otras cosa, comenta: "los verdaderos delitos son las desapariciones (de la guerra civil y el franquismo) y no la investigación" del juez español. Un poco más adelante, el prestigioso diario aclara: "si, como parece probable, se trataba de crímenes contra la humanidad bajo el derecho internacional, la amnistía de España en 1977 legalmente no podía absolverlos". Para terminar apuntando que "se tendría que permitir a Garzón reanudar esa labor a la mayor brevedad posible. España necesita una explicación honesta de su pasado turbulento, no el enjuiciamiento de quienes tienen el valor de demandarla". España, por una serie de circunstancias, no está pasando por su mejor momento. Y la caverna lo sabe y achucha hasta la extenuación. Es curioso que la querella haya sido interpuesta por el sindicato de ultraderecha “Manos limpias” y por FET y de las JONS, que tiene un pasado histórico lleno de crímenes, de barro y de mierda. Pero determinada prensa cavernícola y una emisora de radio de la Conferencia Episcopal, como si fueran el epicentro del mundo, o estuvieran en poder de la cuerda de trenzado, arremeten contra Garzón con una inquina desmesurada hacia su persona. Y a eso no hay derecho. Ni estamos en los años 30, ni aquellos que ahora se la pillan con papel de fumar y despotrican a la rosa de los vientos son los protagonistas de la novela “Madrid, de Corte a cheka”. Están, y vamos a decirlo claro, revolcados en un merengue que huele a rancio de puro trasnochado, o a mí me lo parece.

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