Si el lector decide acercarse a Sevilla, le recomiendo la
visita al convento de Santa Inés, también llamado Convento de Hermanas
Franciscanas Clarisas, cuyo acceso es gratuito todos los días entre las diez de
la mañana y las ocho y media de la tarde. El convento está situado en el número
5 de la calle de doña María Coronel, a mitad de camino entre la calle Imagen y
el Palacio de las Dueñas. Un convento que fue fundado en 1374 y reformado en
1630 por Francisco Herrera el Viejo.
En el trascoro, tras una reja, se encuentra la momia de María Fernández Coronel, fallecida el 2 de diciembre de 1411, y el
órgano al que hace referencia Gustavo
Adolfo Bécquer en su leyenda Maese
Pérez el organista. Sobre la reja hay un retrato de la ilustre dama
realizado por Valeriano Bécquer y
que Maria Luisa, esposa de Antonio de Orleáns, donó a las
clarisas. Gloria Gamito señalaba en ABC de Sevilla (02/12/11) que “María
Coronel era hija de Alfonso Fernández
Coronel, copero del rey Pedro I,
y estaba casada con Juan de la Cerda.
En el enfrentamiento
que Pedro I tuvo con sus hermanos bastardos, los Trastámara, cayeron
en desgracia Alonso Fernández Coronel y Juan de la Cerda. El rey los mandó
matar y se quedó con sus posesiones. Pedro I, llamado el Cruel, se enamoró locamente de María Coronel, que al enviudar se
retiró al convento de Santa Clara para evitar el acoso al que la sometía. Un
día los soldados del rey se presentaron en el monasterio para llevársela. María
se hizo enterrar a los pies de la
Torre de don Fadrique para que no la encontraran. Cuenta la
leyenda que los esbirros no dieron con ella porque sobre la tierra crecieron
como por ensalmo matas de perejil. Dice también la leyenda que luego fue el
mismo rey a buscarla y que en la cocina del monasterio María se desfiguró el
rostro con una sartén de aceite hirviendo”. Bueno será recordar que en 1357,
Pedro entró en tierras de Aragón y se apoderó del Castillo de Bijuesca y de Tarazona
el 9 de marzo. En aquel tiempo hizo ejecutar a Juan de la Cerda, esposo de María y,
por tanto, yerno del anteriormente decapitado señor de Aguilar de la Frontera, Alfonso
Fernández Coronel. También mató, entre otros muchos, a su hermano Fadrique
y al infante Juan, hijo de Alfonso IV de Aragón. Pedro I regresó a
Sevilla y preparó las fuerzas que debían continuar la lucha contra Aragón. Para
obtener recursos, profanó los sepulcros de Alfonso
X el Sabio y de la reina Beatriz de
Suabia, despojándolos de las joyas de sus coronas; tuvo amores con Aldonza Coronel y trató de seducir a su
hermana María. Muerto Pedro I de Castilla [Montiel, 23/03/1369] y reinando ya
su hermanastro Enrique el de las
Mercedes, María recuperó sus casas y sobre ellas fundó en 1374 el convento
de santa Inés y fue su primera abadesa. Pues bien, hoy leo en El Correo de Andalucía que el órgano del
Convento de Santa Inés se está restaurando en Alcalá del Río por Jorge Anillo y el organista Abraham Martínez. La intervención
comprende limpieza, tratamientos curativos y preventivos frente a pérdidas por
ataques de insectos y fijación de la policromía. Cuentan para su restauración
con un presupuesto de 50.000 euros.
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