A mí entender, hay cosas que preocupan más que el asunto catalán, que ya aburre hasta la grosería. Se me antoja más preocupante que el Estado no
sea capaz de recuperar las ayudas que en su día concedió por medio del Frob a la Banca y a las Cajas de Ahorro.
El dinero del Estado, que administra el Gobierno, es el dinero de todos los
ciudadanos. Y los ciudadanos tenemos derecho a conocer de qué manera el
Gobierno reparte el dinero que administra. Lo digo por si a Mariano Rajoy se le ha olvidado. El
hecho de que el Banco de España sólo
vea como recuperables 10.400 millones de
los más de 54.000 millones de euros prestados pone de manifiesto dos cosas:
una, la incompetencia manifiesta de Luis
María Linde; y, dos, la irresponsabilidad de las entidades bancarias en el
caso de no devolver la deuda contraída con el Estado, necesaria para
contrarrestar malas prácticas financieras que han causado dolor a muchos
ciudadanos. “El Banco de España
detectó hasta 70 operaciones delictivas en las cajas intervenidas”, según
contaba eldiario.es el 16 de junio de
este año. Pero, antes, El País
(21/12/16) informaba a sus lectores de
que “la justicia europea obliga a
devolver todo lo cobrado en las cláusulas
suelo”; etc. Así podría estar escribiendo horas. Total, para nada. Ahora
nos enteramos de que las acciones de Liberbank
bajan un 20% y que se pretende llevar a cabo una ampliación de capital de 500
millones de euros, dicen que “por acelerar aún más el proceso de reducción de
los activos NPAs”, es decir, 800 millones de préstamos dudosos y adjudicados.
Actualmente, los riesgos minoristas hipotecarios representan el 60% del total
de la inversión crediticia de la entidad. Según leo hoy en Cinco Días, “la CNMV
tomó esta decisión el pasado 12 de junio para evitar una espiral bajista que
desestabilizara al valor tras la resolución del Banco Popular y su venta a Santander,
tras percibir un incremento de las apuestas bajistas contra el valor. La
decisión de la CNMV
sirvió para aplacar las caídas de Liberbank”.
Hay que tocar madera cuando los analistas aplauden la operación. Ya veremos qué
pasa con el banco que dirige Manuel
Menéndez. Para el que lo desconozca, el 7 de junio, coincidiendo con la
resolución sobre Popular, las
acciones de Liberbank se desinflaron
un 7,6%, Un día después las alertas bajistas se agravaron, y sus títulos
cayeron un 18,3%. El pánico continuó el día 9, con descensos adicionales del
17,5%. Sólo la decisión de la
CNMV de vetar a los bajistas permitió la reacción en Bolsa
del banco, que se disparó en la siguiente jornada un 41%. Malo, a mi entender,
es cuando aparecen esos mareantes picos de sierra. Es lo que Gregorio Marañón hubiese podido
definir, supongo, como “anomalías
cromosómicas estructurales”. Liberbank fue el resultado de la fusión
de Cajastur, Caja Extremadura, Caja Cantabria
y Caja Castilla-La Mancha. Ya
veremos...
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