domingo, 22 de julio de 2018

El trasvase



El trasvase se va a producir. No me refiero al trasvase del Ebro que nunca llegó y que iba a costar más de 4.000 millones de euros. Recuerden la foto de la colocación de la primera piedra en febrero de 2004, donde se veía a Aznar metiendo en Almería (el extremo sur de la gran tubería) en una urna de metacrilato una especie de botijo. Se trataba de llevar agua del Ebro desde la provincia de Tarragona hasta Almería, pasando por Valencia y Murcia. Un tubo casi tan largo como el de aquel oleoducto militar de 780 kilómetros que desde 1953 iba desde la base americana de Rota hasta  Zaragoza, pasando por Torrejón, para ser utilizado por las fuerzas estadounidenses destinadas en España. En 1998,  gestionado por CLH Aviación, sufrió una rotura que liberó 400.000 litros de queroseno al río Genil, a su paso por Écija, causando graves daños en las explotaciones agrícolas del entorno. Como decía, aquel año (2004)  Rodríguez Zapatero ganó las elecciones generales y el nuevo Gobierno se apresuró a derogar ( sólo cuatro meses más tarde)  aquel proyecto incluido en el Plan Hidrológico Nacional. Pero ahora me refiero a otro trasvase, al previsto trasvase de votos (votos de ida y vuelta) hacia PP desde Ciudadanos. El triunfo de Casado, el posible giro aznarista del PP, el “entierro” definitivo del pusilánime Rajoy y el previsible retorno de votos al PSOE que en su día se fueron a Podemos; todo ello, digo, pueden hacer posible el “milagro” de la vuelta al bipartidismo, esa alternancia en el poder tan deseada por Luis María Anson. Ya verán como al final de este largo túnel, Ciudadanos y Podemos serán fuerzas residuales cuyo único fin será el de poder actuar de bisagras llegado el caso, como antaño lo fueron el PNV y CyU. Queda claro que  “el heredero de Aznar –como señala El País- ha ganado a la heredera de Rajoy”. Y Casado ya ha prometido en su primer discurso adoptar medidas conservadoras: regreso a la ley del aborto del 85; mano dura en Cataluña; apoyo a la educación concertada; derogación de la Ley de Memoria Histórica y lucha contra la ley a favor de la eutanasia que pretende impulsar Sánchez. De momento cuentan con ventaja de escaños en el Congreso y con mayoría absoluta en el Senado. Y eso le anima y se viene arriba como los toreros de postín. Casado ya se cree José Tomás, pero su toreo de templar y mandar,  con sus alardes de valor y sacando pecho donde puede y le dejan sólo forman parte de un carpetovetónico y tremendista toreo de salón. Eso sí, nadie está obligado a hacer más de lo que sabe en mor de la afición. A veces, sin embargo, el morlaco  mece en su percha al figurín relleno de estopa y convierte al experto en pases de adorno y revoleras en un títere sin alma, en un aguafuerte goyesco.

No hay comentarios: