sábado, 22 de abril de 2023

Los cuatro entierros de José Antonio

 Una vez fusilado el jefe de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, junto a dos falangistas y dos requetés de Novelda, el 20 de noviembre de 1936 a las 6 horas y veinte minutos de la mañana en el patio de la cárcel de Alicante, no hubo parte forense ni certificado de defunción y sus restos mortales fueron a parar a la fosa común del cementerio de Nuestra Señora de los Remedios hasta 1938, cuando fueron exhumados y trasladados al nicho número 515 de ese camposanto. Terminada la Guerra Civil, en 1939, sus restos fueron trasladados al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial a hombros de sus camaradas falangistas durante 10 días, llegando a su destino el 30 de noviembre de 1939, siendo depositado cerca del altar mayor, momento en que Franco, vestido de uniforme negro y camisa azul, depositó una corona de flores. Un  año más tarde, en 1940, se procedió a emitir el certificado de defunción de la mano y la pluma del juez municipal Federico Capdepón Izabaleta. Allí permanecieron los restos del fundador de la Falange hasta el día 31 de marzo de 1959, víspera de la  apertura del la basílica del Valle de Cuelgamuros, también portado su féretro en andas por “camisas viejas”. El abad, Justo Pérez de Urbel, ofició una misa de réquiem. Estuvieron presentes sus hermanos Pilar y Miguel, sus primos Miguel Primo de Rivera Urquijo, José Antonio Peche Primo de Rivera y Ramón Sáenz de Heredia. El acto fúnebre estuvo presidido por Luis Carrero Blanco, acompañado de los ministros Felipe Abánzuza (Marina), Cirilo Cánovas (Agricultura), Jesús Rubio (Educación Nacional), Fermín Sanz-Orrio (Trabajo) y Antonio Iturmendi (Justicia). El entonces ministro de Educación, Gabriel Arias-Salgado, limitó la presencia de medios informativos y negó la entrada a un redactor del diario Arriba que produjo cierta tensión. En medio del silencio y con las luces de la basílica apagadas pudo escucharse por los presentes al acto: ¡”Franco, eres un  traidor”! Nunca se supo de quién era la voz. El próximo lunes, 24 de abril, los restos mortales de José Antonio reposarán, ya no sé si definitivamente, en la madrileña Sacramental de San Isidro. Será la quinta vez que lo entierren. Ese día coincide con el 120 aniversario de su nacimiento. Allí reposan los restos de su hermana Pilar, de su hermano Miguel y de su tío Fernando Primo de Rivera Orbaneja (hermano de su padre), muerto en Marruecos durante la guerra del Rif. Su padre también estuvo enterrado en ese recinto hasta 1947. Aquel año sus restos fueron trasladados a Jerez de la Frontera. Ignoro dónde se encuentra enterrado Fernando Primo de Rivera, hermano de José Antonio, médico pediatra (discípulo de Gregorio Marañón), además de aviador y militar, preso en la Cárcel Modelo de Madrid y fusilado tras la “saca” del 22 de agosto de 1936 junto a Melquiades Álvarez,  Julio Ruiz de Alda, Manuel Rico y otros ciudadanos. Estaba casado con Rosario Urquijo de Federico y tenía en el momento de su muerte 28 años y dos hijos.

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