No pasa día sin que la prensa cuente dónde se hace la mejor tortilla de patatas con o sin cebolla. En Alicante se acaba de celebrar el XVI Campeonato de España en esa especialidad y, a criterio del jurado, la considerada mejor tortilla de patatas con cebolla se elabora en “Cañadío” (Santander). En ese campeonato fue el cocinero José Román el encargado de combinar huevos batidos, cebolla pochada, patata monalisa y aceite puro de oliva, variedad arbequina. En el encuentro participaron quince cocineros procedentes de ocho comunidades autónomas. El jurado estuvo presidido por el santanderino Rafael García Santos y formado por Carme Ruscalleda, Paco Torreblanca, Kiko Moya, Fran Martínez, Alberto Ferruz, José Gómez "Joselito" y Pepa Fernández, de RNE. El pasado mes de mayo leí una entrevista a García Santos en "Ondajan" que le hizo Javier Etayo. Muy interesante. Decía Rafael García Santos que “hoy, en cocina, el que mejor miente, triunfa, porque todo es mentira”. Este gastrónomo de reconocido prestigio le comentaba al periodista que le encantaba hacer en casa el rodaballo y el lechazo. También, hacer consomés clarificándolos, según una técnica que aprendió de Fermín Arambide. Sentía -así lo señaló- atracción por el pimentón, que sirve para todo: el ajoarriero en Navarra, el pulpo a feira en Galicia, las legumbres en Castilla, etcétera. Que el pimentón “sirve para todo” lo descubrí hace años, un día de invierno, cuando el radiador de mi viejo “cuatro latas” perdía agua. Se lo comenté a mi amigo Paco, todo un manitas. Éste me preguntó si había probado a echar en el radiador un poco de pimentón de la Vera. Que daba igual que fuese dulce o picante. Ante mi extrañeza, Paco me aseguró que el pimentón terminaba por taponar el poro por el que se salía la gota. Así lo hice y puedo afirmar que se obró el milagro de corregir la fuga al cabo de pocos días. Hasta que volví a encontrarme con el amigo. Le comenté los buenos resultados, y éste, encogiéndose de hombros, me dijo: “También hubiese hecho el mismo efecto dos claras de huevo”. "Oye, Paco, ¿y echando un trozo pequeño de tortilla de patatas?". Su respuesta fue más imprecisa: “Hombre, eso ya…”.
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