miércoles, 4 de octubre de 2023

Ñoñerías, las justas

 

La jota en fabla aragonesa “S'ha feito de nuey” me parece bonita, pero la derecha y ultraderecha que mandan en Aragón y en casi todas las instituciones pretenden que sea esa jota la que sustituya al Canto a la libertad, de José Antonio Labordeta, compuesto en 1975 y que representa un deseo de solidaridad, de humanidad, de justicia social, de esperanza y de libertad, algo que  la derecha intolerante nunca ha entendido. No es lo mismo cantar “habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad”, que esa ñoñería de “S'ha feito de nuey, tu m'aguardas ya, lo peito me brinca en tornarte a besar”, que para el que no lo sepa, se lo traduzco: “Se ha hecho de noche, tú me esperas ya, el pecho me salta por volverte a besar”, es decir, una cursilada de tomo y lomo que nada tiene que ver con el común del sentir aragonés, salvo con los turolenses que sienten en carnes propias el performance del drama de Eugenio Hartzenbusch. Pero claro, Labordeta fue un hombre de izquierdas sensible que amaba Aragón, y el actual representante de nuestra Autonomía, Jorge Azcón, ha necesitado la ayuda de la ultraderecha más rancia para poder alzarse con el santo y con la peana, como también le ha sucedido a Natalia Chueca, la alcaldesa de Zaragoza que prometió “gobernar para todos”. Esa señora no se ha enterado todavía de que los alcaldes no gobiernan municipios sino que administran municipios, o sea, el dinero de los administrados, sin  importarle un bledo que esos ciudadanos se arruinen a costa, en muchos casos, de consistorios manirrotos y pródigos en actos prolijos de nula trascendencia. Tanto es así que la primera medida que ha tomado esa administradora de la cosa pública, como digo, ha sido aumentar las tasas de agua y vertidos, sin considerar que la DGA también cobra desde 2016 un impuesto (ICA), bastante abultado por cierto, sobre contaminación de aguas para financiar el “Plan aragonés de saneamiento y depuración”, y que en el caso aragonés ha resultado tener un coste doble que el de la media española por contratar su gestión con grandes empresas. En definitiva, lo de “imponer” la jota “S'ha feito de nuei”  en actos lúdicos, como en la atardecida con el Pregón pilarista de este año, no creo que tenga mucho recorrido. A los ciudadanos aragoneses les encandila más la canción de Labordeta que esa jota en cheso de José Lera Alsina compuesta hace cuarenta años, a la que definió el Diario del Alto Aragón como  “un himno sin bandera”. “S'ha feito de nuey,  traducido al castellano quiere decir “se ha hecho la noche”. Lo que sucede el que el cheso es una variante dialectal del aragonés que solo se habla en el valle de Hecho, en la Jacetania. Es decir, que no la habla ni dios. Domingo Miral, siendo rector de la Universidad de Zaragoza a principios del siglo XX escribió un sainete y una comedia en cheso para que fueran representados con fines benéficos y, ya de paso, conseguir dinero para poder reconstruir una ermita de esa zona destruida en 1900 por un incendio. La comedia tenía por título “Qui bien fá nunca lo pierde” y el sainete, “Tomando la fresca en la Cruz de Cristiano o a casarse tocan”. Y poco más. Eran otros tiempos.

 

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