martes, 28 de mayo de 2013

Sobre el destino del "Fortuna"




Los  25 empresarios mallorquines pretenden, a través de una carta de Carmen Matutes, presidenta de la Fundación Turística y Cultural de Mallorca dirigida a Patrimonio, que el  yate “Fortuna” les sea devuelto y así poder revenderlo al mejor postor, alegando que se lo regalaron al Rey y no a Patrimonio. Pero de los 21 millones que costó, el Gobierno balear aportó 2’7 millones y ese dinero, que yo sepa, era de todos los ciudadanos, incluidos los mallorquines. Tal osada pretensión se me antoja fuera de lugar. Es el Consejo de Ministros el encargado ahora de tomar la decisión que considere oportuna respecto a un yate concebido para uso y disfrute de la Familia Real y a los ciudadanos nos ha costado muchísimo dinero su mantenimiento. En ese sentido, comentaba ayer Arcadi Espada lo siguiente: “El Rey es jefe del Estado y eso es lo mismo que decir que el Estado es su jefe. De ahí que la reclamación de los empresarios sea tan imprudente y peligrosa como la de cualquiera que pretenda desnudar a nuestro Rey”. José García Abad señala al respecto que tal petición de devolución “además de ser una grosería no tiene razón de ser pues como saben hasta los niños Santa Rita Rita, lo que se da no se quita”. Por cierto, en la “colecta” para el excesivo regalo, además de ciertos empresarios baleares, que no pudieron cubrir el precio total de la embarcación; y además de que la Fundación se pudiese aplicar las desgravaciones legales de hasta el 30 por ciento de la base imponible del impuesto de sociedades o de hasta el 3 por ciento del volumen de ventas, por la peregrina idea de que el regalo era una “obra cultural” ideada para promocionar el turismo hacia Mallorca, los promotores de esa “mala idea” tuvieron que recibir ayudas foráneas de determinados bancos y de diversas empresas hasta poder cubrir el monto total. El yate “Fortuna”, puesto que no cabe otra solución, debería ser vendido al mejor postor e ingresar el dinero resultante de esa venta en el Tesoro Público. De no ser así, se correría el riesgo de que pudiese ser utilizado por Rajoy por las rías gallegas, como hizo Felipe González en julio de 1985, cuando usó del “Azor” entre Lisboa y Ayamonte para pescar y hacer un crucero con su familia. El país no está para tonterías. Recuerden lo sucedido con el “Vita”, que terminó transportando en su bodega el tesoro expoliado de todos los españoles con rumbo a Veracruz por orden de Juan Negrín. Por cierto, el “Vita” nunca fue el barco de recreo de Alfonso XIII, como se ha escrito en numerosas ocasiones. Lo era el “Giralda”, que dejó de ser yate en 1918,  pasó a ser buque hidrográfico hasta 1934 y se desguazó en Sevilla en 1940.

No hay comentarios: