Las Cortes de Aragón que preside
José Ángel Biel han derogado hoy la
Ley de Lenguas de 2009 auspiciada en su momento por Marcelino
Iglesias. El reconocimiento de que en Aragón se hablaban tres lenguas,
castellano, catalán y aragonés, no gustó
nunca a la coalición PP-PAR y, ahora, con mayoría en el Gobierno de la Comunidad ha cortado por
lo sano. Aragón, tiene alrededor de 1.200.000 habitantes, de los que casi la
mitad viven en Zaragoza, capital de un desierto. El catalán, en sus variedades
de pallarés y leridano o, dicho de otro modo, el catalán ribagorzano, más
conocido como “chapurriau”, lo hablan en la actualidad alrededor de 60.000
ciudadanos aragoneses, tanto en las Comarcas Orientales (Ribagorza, La Litera, el Bajo Cinca, Bajo Aragón y Mataraña) como al sureste de la
provincia de Teruel (Rubielos de Mora, Olba, Cantavieja y Mosqueruela), donde
se utilizan las modalidades de Aguaviva y La Ginebrosa, es decir, el “valenciano
de transición”, que no es cosa distinta que un raro lenguaje que allí denominan
“churro” o “segorbino”, derivado del valenciano. Pues bien, tanto la lengua
catalana en sus dos modalidades como el dialecto aragonés, que solo lo hablan
alrededor de 12.000 personas en el Pirineo, desde 1984 se enseñaban en los colegios
de esas zonas como lenguas optativas.
Según datos del Instituto Aragonés de Estadística referidos a 2004, el 90,2% de
la población de las Comarcas Orientales comprende el catalán, el 68,2% sabe
hablarlo, el 60,2% sabe leerlo y el 23,3% sabe escribirlo. Los datos del
dialecto altoaragonés o fabla, que hablan en Ansó, Hecho, etcétera, son
insignificantes. Ese dialecto, en sus variedades de ansotano, cheso,
aragüesino, aisino, jaqués, patués, etcétera, está en franca extinción y, a mi
criterio, no merece mayor comentario. Sólo un grupúsculo de “románticos”, entre
los que se encuentra el grupo político Chunta Aragonesista (CHA), al que
perteneció el recordado José Antonio Labordeta, recordado por sus “salidas de
tono” en el hemiciclo de la Cámara Baja,
intenta conservarlo a toda costa. Pero a
mí entender no pasa de anécdota. Y, como digo, las Cortes de Aragón han
decidido derogar la ley de lenguas de 2009, con la oposición de PSOE, CHA e IU,
y el catalán y el aragonés pierden su nombre. El catalán se llamara a partir de
ahora LAPAO (Lengua Aragonesa Propia del Área Oriental) y el aragonés, LAPAPYP,
es decir, Lengua Aragonesa Propia de las áreas Pirenaica y Prepirenaica. Según
comenta en su edición digital el diario Heraldo de Aragón, “la oposición
considera que Aragón ha hecho ‘el ridículo’ con los cambios”. Esto de las
lenguas autóctonas tiene su aquel. Como decía mi amigo Salvatella, día llegará
que el DRAE se verá obligado a definir “lengua” en una de sus acepciones
académicas como “órgano sexual que utilizaban los antiguos para hablar”. Todo
se andará si la coalición PP-PAR se hace resistente, como el bacilo de Koch.
1 comentario:
¿Podría justificar su afirmación cuando dice "las modalidades de Aguaviva y La Ginebrosa, es decir, el “valenciano de transición”, que no es cosa distinta que un raro lenguaje que allí denominan “churro” o “segorbino”, derivado del valenciano"? Me da la ligera impresión que no tiene ni idea de lo que habla.
Vamos por partes:
1-¿Cómo es posible de un modo racional que los no hablantes de una lengua se autootorgen la legitimidad para decidir qué lengua hablan los demás? Como es obvio me refiero tanto a los parlamentarios aragoneses que deciden cosas exóticas en función de quien gana las elecciones, como a los catalanes (académicos incluidos). ¿Es tan difícil dejar que los hablantes de una lengua expresen lo que desean respecto a la misma? Históricamente los "bárbaros" (los que "hablan raro" siempre han sido un problema para el poder, o se les aplasta y desprecia -de ahí deriva el calificativo asumido con estoicismo de "chapurriau"- o se les destruye asimilándolos o aculturizándolos -de ahí vienen las pugnas catalán/lapao-.
2-¿De dónde se saca usted la firmación: "las modalidades de Aguaviva y La Ginebrosa, es decir, el “valenciano de transición”, que no es cosa distinta que un raro lenguaje que allí denominan “churro” o “segorbino”, derivado del valenciano"?. Lo siento pero no ha acertado ni una. Ni es valenciano de transición, ni es un raro lenguaje (sólo su ignorancia le otorga el derecho de calificarlo como raro), ni allí nadie le llama segorbino ni churro (no sé que substancias mezcla usted con el tabaco para decir tales cosas).
3- También afirma "tanto la lengua catalana en sus dos modalidades como el dialecto aragonés", y se queda tan ancho (de lo que me alegro, pues cuando uno decide soltar modorradas hay que disfrutarlo por lo menos). ¿De dónde saca lo de las modalidades? ¿De dónde saca que la fabla es un dialécto?
Supongo que usted (y no es el único, también lo hacen los políticos y demás depredadores) se cree con el derecho de hablar en nombre de los demás. No se preocupe, personalmente me importa muy poco, cómo me va a importar lo que dicen los que ni siquiera saben escuchar.
Y para acabar dos cosas. Disculpeme si le he ofendido, pero el tema me indigna. Y por cierto: ni se llama Aguaviva sino "Aiguaiva", ni La Ginebrosa sino "La Chinebrosa" en nuestra lengua (llámenla como gusten).
Deseo que por lo menos usted se encuentre bien de salud.
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