Un día de estos, cuando el Gobierno que preside
Rajoy descubra que los españoles dormimos mal por culpa de los problemas
económicos que nos acucian, seguro que aparecerá en la pequeña pantalla algún
ministro, porgamos por caso Wert, que es de “Tolosa”, para informarnos que tal
insomnio es por culpa de las ondas electromagnéticas producidas por los
inalámbricos, los microondas y las corrientes subterráneas de agua, y hasta es
posible que nos invite a leer “La buena onda”, el último libro publicado por el
arquitecto catalán Pere León en el que cuenta que, a veces, da buenos
resultados cambiar la cama de sitio para evitar el negativo influjo de esas
corrientes y de ciertas ondas agresivas emitidas por determinados adminículos
de uso común que emiten en alta frecuencia. Este arquitecto y geobiólogo, según
informa Cristina Garrido en el diario ABC, nos invita a hacer una prueba
contundente para que comprobemos lo que el autor del libro afirma: “Coge dos
plantitas iguales y riégalas, una con agua del grifo y otra con agua a
temperatura ambiente pero que haya sido previamente calentada en el microondas.
Verás lo que pasa”. Si les digo la verdad, todavía no he hecho la prueba pero
estoy en ello. Por si las moscas, conviene que se entere cuanto antes Iker Jiménez
para que nos pueda dedicar un monográfico un domingo por la noche en su espacio
televisivo “Cuarto milenio”, que esas cosas escuchadas de madrugada producen
mucho más impacto en el espectador que las casas encantadas en un páramo de
Burgos o las apariciones espectrales en las aterradoras carreteras secundarias
de Guadalajara. Así, de esa guisa, podremos ir a la cama y no pegar ojo el resto de la noche. Siempre nos quedará la
duda, mientras nos afeitamos a la mañana siguiente, sobre si el insomnio de esa
noche fue debido a las ondas electromagnéticas de los aparatos de la alcoba, a
las corrientes de agua subterráneas, a los problemas económicos y laborales que
nos atenazan o a la persuasión que Iker Jiménez y su equipo ejercen sobre el
televidente trasnochador. Y ese puede ser un buen momento para meter agua en el
microondas, dejarlo enfriar y más tarde regar las macetas. Si al regreso del
tajo los geranios siguen tiesos, entonces no quedará más remedio que achacar la
culpa de nuestro insomnio a Rodríguez Zapatero.
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