A pocos días de la muerte de
Emilio Eiroa (10 de marzo) nos enteramos de que José Marco debe cumplir dos
años de prisión y el pago de una multa de 600.000 euros por delitos contra
Hacienda. Lo mismo ha sucedido para su hermano Jesús. Pero el tema de su
hermano no es noticia, al no haber sido personaje público. A Emilio Eiroa le
levantó del asiento José Marco con la ayuda del tránsfuga Gomáriz el 15 de
septiembre de 1993. La historia comenzó cuando José Marco, que había sido presidente
de la Diputación Provincial
de Zaragoza, encabezó la lista a las autonómicas de 1991, en las que el PSOE obtuvo 30 escaños, es decir, le faltaron 4
para obtener la mayoría absoluta. Ello hizo posible la creación de un gobierno
de coalición entre el PP (17 escaños) y el PAR (17 escaños), y la investidura
de Emilio Eiroa (PAR) tras la renuncia
de Hipólito Gómez de las Roces, que había encabezado la lista del Partido
Aragonés. En septiembre de 1993, José Marco presentó una moción de censura
contra el gobierno de Eiroa que triunfó en el pleno del 15 de septiembre, por
lo que Marco fue proclamado nuevo presidente, con los 30 votos de su partido,
los 3 de IU y el voto del desvergonzado Emilio Gomáriz, que se había pasado del
PP al Grupo Mixto seis meses antes. José
Marco tuvo en 1995 dos procesos judiciales: uno por escuchas y otro por el tema
del sillón, liebre que había levantado la edición en Aragón del diario ABC. Por
el tema del sillón fue condenado. Se le acusaba de haberse quedado con un
sillón de la DPZ. Varios
consejeros de la DGA
pidieron a Marco que dimitiera, pero él se resistió; señalando que la factura inculpatoria
era falsa. Más tarde se vio obligado por Cipriá Ciscar a abandonar la
secretaría general en Aragón del PSOE. Expedientado
y suspendido de militancia, Ramón Tejedor se hizo cargo de la presidencia en
funciones hasta las elecciones de mayo de 1995. Por el tema de las escuchas
sería inhabilitado 6 años. Marco, a
partir de entonces, se dedicó a sus negocios privados en Pedrola: una empresa
de transportes, una gasolinera y un hotel. Emilio Eiroa, tras el varapalo de
Marco, aún sería presidente de las
Cortes de Aragón desde el 25 de junio de 1995 hasta el 7 de julio de 1999, es
decir, en su IV legislatura, durante el gobierno de Santiago Lanzuela. Días mas
tarde, el 28 de julio de ese año, siendo un simple diputado de las Cortes de
Aragón, al ser contrario al pacto de gobierno PSOE-PAR, dejó su escaño vacío en
la primera jornada del pleno de investidura de Marcelino Iglesias; pero acatando
la disciplina del PAR, ese mismo día votó a Iglesias como nuevo presidente de
Aragón. En fin, José Marco fue la antítesis de Emilio Eiroa, aunque ambos
ocuparan el mismo cargo. Sobre José Marco es mejor pasar página. Emilio Eiroa
fue, además de excelente persona, un político honesto que jamás se sirvió de la
política. Esa es la diferencia.
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