Me entero que se ha muerto el
toro Ratón de muerte natural. De él se contaba que era un toro asesino. Nada de
eso. El toro embestía como era su obligación. Deberían hacerle un funeral de
Estado y enterrarlo en El Escorial. Peor suerte tuvo el perro Paco. Sobre
este can rabicorto y de capa negra
escribió don Natalio Rivas “que se
colocaba en el asiento de la barrera, y cuando la plaza estaba completamente
llena, los espectadores se disputaban el hacerle lado, aunque el estrecharse
les produjera molestia. En el breve tiempo que mediaba entre la muerte de una
res y la salida de la siguiente, saltaba al ruedo, daba unas vueltas y
regresaba a su localidad. Y en uno de esos caprichosos paseos encontró la
muerte”.Lo mató Pepe Rodríguez Miguel,
más conocido como Pepe el de los Galápagos, que regentaba una taberna
frente a la fuente de los Galápagos, en la calle de Hortaleza, al ser atravesado con el estoque una tarde de
junio, cuando los taberneros dieron una becerrada y designaron como primer espada
a Pepe Rodríguez. Cuenta don Natalio que “antes de que Pepe diera muerte a uno
de los novillos, salto Paco a la arena y comenzó a dar cabriolas alrededor del
diestro, y alguna vez se le introducía entre las piernas, lo cual ponía al
matador en riesgo de ser cogido. Éste, poseído de miedo con probada razón, le
pegó de plano con la espada para apartarlo, pero el animal volvía a las andadas
y dio lugar a que el torero le atravesara con el estoque”. Felipe Ducazcal, que entre otras cosas presidía la tertulia
denominada “La Farmacia”
en el café de Fornos, a la que también asistía el perro Paco, se lo llevó
herido a casa, llamó a varios veterinarios y nada pudo hacerse por su vida.
Pues bien, una vez conocida la muerte del toro Ratón, alguna autoridad con poder
bastante debería haber cortado todas las cadenas de televisión para anunciar su
muerte, como hizo Arias a la muerte de Franco con pucheros y lágrimas en una
grotesca puesta en escena. El toro Ratón era hijo de Caracol y de Fusilera y
había nacido el 12 de abril de 2000. “Es ágil, inteligente, rápido. Muy alegre.
No es bruto, no es como los demás toros que actúan por instinto y chocan contra
todo. Éste piensa, analiza y después ataca”, había comentado su dueño, Gregorio
de Jesús, en un reportaje de “El País” en 2009. A Ratón han pensado
en disecarlo. No me parece una buena idea. Mejor sería erigirle una estatua en
bronce, como la tiene “el torico” en Teruel, y colocarla en el Parque del
Retiro, de donde fue alcalde honorario don Antonio Mingote, marqués de Daroca, otro
genio perdido para siempre.
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