Luis María Anson, en “El
Imparcial”, apunta, y apunta mal, cuando señala la relación existente
entre el descenso en las oficinas del
INEM y la creación de empleo. Dice Anson que “Toxo y Méndez (están) perplejos
ante el descenso del paro”. Queda claro que la Virgen de del Rocío en su
año jubilar ha atendido las súplicas de la ministra Báñez, embajadora universal
de Huelva, y que los obreros, en vez de acudir a las manifestaciones
orquestadas desde los sindicatos mayoritarios, deberían acercarse a Almonte con
devoción de novicia y, además de rezar, adquirir alguno de los adminículos,
escapularios, rosarios y medallitas, que venden las tiendas de arte religioso
de la zona. Lo que ya no se lleva es la imagen de Lenin en la solapa, porque los
obreros han cambiado la chaqueta por las camisetas con mensaje, que son más
frescas y más de quita y pon. “Los líderes sindicales –señala Anson- deberían
leerse el informe del profesor José Luis Feito, presidente del Instituto de
Estudios Económicos, en el que se demuestra que un porcentaje considerable de
la cifra actual del paro deriva de las exigencias sindicales”. Joaquín Ricarte
Aventín (“Comunidad El Pais”, 18.3.10) dio en la diana, a propósito de un
artículo de Feito, sobre lo que en realidad desean los empresarios: “Digan que
lo que pretenden es aprovecharse de la crisis para ampliar sus márgenes de
beneficio. Digan [los empresarios] que la ocasión la pintan calva. Digan que si
ahora se consigue la aprobación de nuevos modelos de contrato basura, del
despido libre, la reducción de salarios y anular la unión de los trabajadores a
través de la modificación de la legislación laboral, cuando vengan los buenos
tiempos esto ya no tendrá vuelta atrás y los beneficios serán aún mayores. Ese
es el objetivo verdadero. El nivel de empleo a ellos les da igual (¿pagan
únicamente ellos el subsidio de desempleo, o lo pagamos entre todos los
españoles con nuestros impuestos?) si la economía alcanza un nivel de
equilibrio en el que las empresas puedan maximizar sus beneficios”. Pues bien,
para Anson, los 127.348 afiliados menos en las oficinas del INEM en el mes de
junio son el equivalente directo a las nuevas contrataciones. Eso es incierto y
él lo sabe. La reducción de desempleados en las oficinas de empleo no se ha
traducido ni en mejoras de la contratación indefinida ni en la afiliación a la Seguridad Social;
es decir, sólo
un 6,84 % de las contrataciones han sido fijas, el porcentaje más bajo en un
mes de junio desde 1996. En junio sólo se firmaron 87.348 contratos
indefinidos, la mitad que hace un año y el menor número de contratos en los
últimos 15 años. Feito, que sugirió en “Herrera en la onda”, en febrero del año
pasado, que a los españoles en paro siempre les quedará hacer las maletas y
marcharse a Laponia, “que es un sitio muy bonito, con trabajos de temporada muy
bien remunerados”, no parece ser un modelo de profesor en el que debamos
mirarnos los españoles, lo diga Anson o el maestro armero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario