Los Príncipes de Asturias tienen
previsto un viaje de Estado el próximo
miércoles a California, para conmemorar el tercer centenario del nacimiento del
fraile Junípero Serra, y a Florida, para solemnizar el quinto centenario de la
llegada a ese Estado federal del explorador español Juan Ponce de León. De
paso, proyectar en Estados Unidos la Marca
España tras haber salido de la recesión con una estimación de
crecimiento del 0’1% del PIB en el tercer trimestre, que no es como para echar
cohetes, aunque no de la crisis. Como comentaba hace poco el comisario de la Competencia de la UE, Joaquín Almunia, en un
programa nocturno de TVE, “ya no es necesario que España siga bajo la lupa de
la troika”. Bueno, eso dice Almunia.
Hace unos meses, Hans-Werner Sinn, presidente del prestigioso instituto
económico alemán IFO, consciente de que España tiene una deuda externa de más
de un billón de euros, informaba en una entrevista de Claudi Pérez (El País, 2 de marzo) que “España tendrá 10 años más de crisis y
una devaluación interna del 30%”. Y a la pregunta del periodista de si el final
del túnel es previsible para 2023, Hans-Werner Sinn respondió: “Sí, algo así,
porque las primeras medidas acaban de aprobarse. Cuando Alemania entró en
crisis, allá por 1995 –añadió el
entrevistado-, no empezó a levantar cabeza hasta 2002, siete años después.
España necesita un lapso de tiempo equivalente hasta que la sociedad y los
políticos entiendan la gravedad de la crisis, hasta generar el entorno que permita
hacer reformas. Eso está llegando. A partir de ahí hay que esperar otra década
más para que los esfuerzos den resultado”. Ignoro que discurso pronunciará
Felipe de Borbón en el Hispanic IT Executive Council de Silicon Valley el
próximo día 14, pero para ese viaje no hace falta alforjas ni la presencia de
García-Margallo, Soria, Ana Pastor, el secretario de Estado de Comercio, Jaime
García Legaz y el presidente de Baleares, José Ramón Bauzá. Por si ello fuera
poco, con ocasión de la inauguración de la Feria del Libro, estarán presentes en Miami Lorenzo
Silva, Jorge Edwards, J. J. Armas Marcelo y Soledad Puértolas. Al día siguiente
los Príncipes tienen previsto recibir las llaves de Miami, visitar
Univisión y presidir una cena organizada
por la
Fundación España-Florida con 500 invitados al acto. Queda claro que lo que se pretende
promocionar no es la Marca España
sino al Heredero y a su consorte. El fraile franciscano Junípero, alias Fray
Escoba, hubiese sido un auténtico desconocido de no haber decretado Carlos III
(un Borbón) en 1767 la expulsión de los jesuitas de España y también de la Nueva España, donde A.M.D.G.
(como dejó escrito Ramón Pérez de Ayala en 1910, en medio de una tremenda
crisis social) los jesuitas atendían “las Californias” y que tras esa expulsión
fueron sustituidos por 16 misioneros franciscanos que encabezaba fray Junípero.
El otro homenajeado, Pedro Ponce de Cabrera (no de León), marchó a América
posiblemente en el segundo viaje de Colón (1493). Forzó a los taínos a trabajar
en las minas y a construir fortalezas. Más tarde, los arahuacos se unieron a
los caribes para luchar contra los españoles, paralizando la producción de oro
y matando a la mitad de los españoles. Tras esto, Ponce organizó la defensa,
logrando abatir a Agüeybaná II, provocó la huida de muchos indios, etcétera.
Pero a lo que iba, está bien que España pretenda hechizar a los americanos
tratando de vender la Marca España
con este viaje del Heredero y su consorte. Pero, como dijo Plá cuando desde un
helicóptero le enseñaron un Nueva York nocturno e iluminado: “¿Y todo eso,
quién lo paga?”. O dicho de otra manera: ¿quo prodes?
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