Una reciente sentencia del
Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación que presentó en su día
el Ayuntamiento de Zaragoza frente a otra sentencia del TSJA, que anulaba gran
parte de los artículos de la
Ordenanza de Circulación de Peatones y Ciclistas auspiciada
por Belloch en el año 2009. Es decir, que como las bicicletas son vehículos,
deben circular por las calzadas o por los carriles-bici existentes. Pues bien, en vista de esa
sentencia, el Colectivo Pedalea propone ahora que las bicicletas puedan
circular por la plataforma del tranvía. Esto es de locos. La línea 1 del
tranvía, la única existente en estos momentos, ya se ha llevado por delante
muchos turismos y a algún peatón despistado. El último, el pasado sábado en Vía
Ibérica. Permitir la circulación de bicicletas por la vía del tranvía, como
pretende ese colectivo, equivaldría a una insensatez de alcance imprevisible
donde, además, la Alcaldía
sería responsable civil subsidiaria. Esa absurda pretensión, me recuerda el
chascarrillo del baturro zopenco sobre el burro y el “chufla, chufla, que como
no te apartes tú…”; y, también, la conocida frase de Rafael Guerra Bejarano ante el triunfo de Juan Belmonte con su
toreo arriesgado. Cuando un aficionado
le comentó a Guerra que Belmonte había roto las reglas del toreo con sus seis
verónicas y una media, Guerra le espetó:
“¡Tú estás bebido. Eso no puede ser!”. Unas semanas después fue Guerra a La Maestranza para ver a Belmonte torear en su salsa. Y
Belmonte repitió la faena que le había contado a Guerra el aficionado. Al poco,
Guerra haría el célebre comentario: “Pues sí puede ser, ¡pero no puede ser, porque lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible!".
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