El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz es consciente de que el país pasa por
“momentos recios” y, según leo en Vozpópuli, “las dependencias de la Escuela de Policía en
Ávila están sirviendo desde el pasado lunes y hasta el viernes próximo de
alojamiento a un par de centenares de personas, en su mayoría
religiosos de la Orden
del Carmelo, que asisten al Encuentro Teresiano
Internacional que se desarrolla en la ciudad de la muralla
para conmemorar el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, a la que el
ínclito ministro profesa públicamente gran devoción”. El ministro, no sé si
arrepentido por haber “confesado” a Rodrigo
Rato en su despacho oficial, ha pasado por Fitero para poner las ideas en
orden antes de tener que dar explicaciones en el Congreso de los Diputados de
la penitencia impuesta por él al que fuese vicepresidente del Gobierno con José María Aznar, y al que le acusa la Fiscalía de Madrid de
alzamiento de bienes, blanqueo de capitales y fraude fiscal. Existen, por si
ello fuera poco presuntas irregularidades en la salida a Bolsa de Bankia y uso de las “tarjetas black” con la que los directivos de Caja Madrid y Bankia derrocharon presuntamente más de 15 millones
de euros. Pero no pasa nada. Te confiesas, recibes la absolución y todo
olvidado. Cualquier día veremos al ministro del Interior dando a besar en su
despacho la mano de santa Teresa, que tuvo Franco
hasta su muerte en El Pardo. Estamos los españoles ya tan acostumbrados a la
corrupción que lo que extraña es que “Cifuentes
cargase contra Carmena el pasado mes
de junio por viajar en metro cuando dispone de coche oficial”. Y Leguina, que ya se ve fuera del Consejo
Consultivo regional por pacto firmado entre Cifuentes y el dirigente de Ciudadanos
Ignacio Aguado, arremete contra
ambos y dice que “si quieren, que le fusilen al amanecer”. El de Guarnizo aprovechó
un encuentro con los periodistas el pasado julio, con motivo de la presentación
de Madrid Foro Empresarial, proyecto
liderado por el empresario Hilario
Alfaro, para señalar a los medios “que no gana unos 8.000 euros al mes,
sino 5.000, después de impuestos y Seguridad Social.
--Hombre, por ir al Consejo Consultivo una vez por semana no
está mal esa suma. Y eso, dígame, ¿quién lo paga?
--Ah, no sé, las reclamaciones al maestro armero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario