En Arahal (Sevilla) se están celebrando anticipadamente las
fiestas en honor de san Antonio de Padua. Pero la hermandad ha
decidido que las mujeres este año no porten al santo en andas a su regreso
desde la ermita alegando varios motivos. En su lugar lo harán costaleros. Es decir, lo podrán llevar a la ida pero no a
la vuelta. El año pasado se llevaron flores, velas y hasta cometieron el
indecoroso acto de levantarle el hábito para verle las pantorrillas. En ese
sentido, el cofrade mayor, José Luis
Fernández, ha señalado sobre el hábito de san Antonio que “como está a su
altura, hemos observado por algunas personas que se levanta el ropaje para
asomarse a la imagen”. A san Antonio suelen pedirle las mozas que les mande un
novio. También se le reza para encontrar algo perdido. Personalmente, a las
mujeres que levantaban el hábito de san Antonio por ver si tenía partes
pudendas les obligaría a aprenderse de memoria la letra de “San Antonio y los pajaritos” y a que la cantasen a coro al regreso
de la procesión desde la ermita: “Divino
Antonio precioso/ suplícale al Dios
inmenso/ que por su gracia divina/ alumbre mi entendimiento. / Para que
mi lengua/ refiera el milagro/ que en el huerto obraste/ de edad de ocho
años...”/, etcétera, como desagravio. Los cataplines en una imagen de
escayola, como el valor del soldado, se le suponen.
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